2019: El inicio de un año favorable para la Descentralización del país

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Por: Luis Moncayo M. Director del Instituto de Políticas Públicas de la UCN, sede Coquimbo. Presidente del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y del Capítulo Regional de la Fundación Chile Descentralizado


Iniciamos el 2019 con diversos desafíos y temas pendientes que como país y como regiones no hemos asumido con la suficiente claridad, convicción y capacidad institucional.

Este año nos encuentra con regiones que aún no se preparan lo suficiente como para ejercer las nuevas normativas que modificaron las funciones y atribuciones de los Gobiernos Regionales, y que establecieron procedimientos claros para transferir competencias a las regiones. Adicionalmente aún no ingresa proyecto de ley alguno que establezca una Ley de Rentas Regionales, así como la Ley de Rentas Municipales.

Están en fase de preparación en la SUBDERE diversos reglamentos que regularán la transferencia de competencias y el ejercicio de las nuevas funciones de los GOREs. En síntesis, iniciamos un año que estará marcado por arduas tareas pendientes que deberán ser el sustento para el ejercicio de las funciones y atribuciones de los nuevos Gobernadores Regionales  que serán electos el 2020 y que reemplazarán a los Intendentes Regionales a contar del 2021.

Lo descrito podría descorazonar a quienes tienen la convicción, certeza o esperanza de que una efectiva descentralización del país nos vuelva a instalar con niveles de desarrollo y crecimiento económico equivalentes al de hace 9 años atrás (Entre 5 y 6% anual). No obstante no hay razones para una temprana frustración. Si la ciudadanía organizada a través de sus diversas organizaciones intermedias, si los partidos políticos hacen su tarea de construir caminos factibles para que el imperio del bien común se restablezca en nuestro país, si las diversas autoridades ejercen un liderazgo horizontal pero no ausente de capacidad de conducción y si los privados desarrollan eficientemente sus empresas y emprendimientos entendiendo que la sustentabilidad de ellos requiere de una licencia social y relación equilibrada con el entorno natural y social, tendremos un 2019  fructífero para el desarrollo de las regiones, y en particular de la región de Coquimbo.

Evidencia de esta visión positiva respecto al desarrollo territorialmente descentralizado de nuestro país y que utiliza las capacidades y masa crítica de sus regiones, es lo que hemos vivido en Coquimbo el 2018 y el inicio de 2019. Así es como desde 2017 funciona en la región de Coquimbo una Mesa GORE – Universidades, la que a partir de un diagnóstico consensuado entre estas instituciones y a partir de una evidencia empírica, viene impulsando un trabajo conjunto en base a las capacidades que cada institución aporta, orientado a abordar problemas públicos en el marco de la Estrategia de Desarrollo Regional y de los lineamientos y competencias disciplinares que tienen las Universidades; así, el emprendimiento, la calidad de vida de los adultos mayores, las capacidades regionales en salud, la gestión eficiente de los recursos hídricos y la gobernanza correspondiente, han sido algunos de los problemas abordados en esta Mesa.

Por otra parte, los años 2017 y 2018 el Consejo Regional encargó al Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte la tarea de capacitar a los consejeros regionales y a los funcionarios del Gobierno Regional en materia de descentralización y gestión pública, análisis prospectivo y diseño e implementación de políticas públicas, lo que evidencia la preocupación por preparar a los cuadros directivos del Gobierno Regional para los desafíos que al inicio de este artículo ya señalábamos. Una tercera constatación que nos hace ver con optimismo el futuro próximo, ha sido  la aprobación por parte del CORE del Plano Regulador de Coquimbo en Agosto de 2017 y la aprobación del Plano Regulador Intercomunal de la Provincia de Elqui, el pasado Diciembre de 2018.

Independiente de las diversas visiones y opiniones que hay respecto a estos instrumentos de ordenamiento territorial; lo anterior muestra una voluntad colegiada por asumir los costos y beneficios de estas decisiones largamente esperadas por la comunidad, y una capacidad para asumir las nuevas responsabilidades del Gobierno Regional asociadas al ordenamiento territorial, al Plan Regional de Ordenamiento Territorial y a la creación del Area Metropolitana La Serena – Coquimbo.

Podemos así concluir que en la región de Coquimbo se va a necesitar muchas cabezas, brazos y voluntades para para asumir con decisión y con capacidad técnico-política los nuevos desafíos que se avecinan. En este contexto, es promisorio que la UCN a través del IPP inicie el 2019 un Magíster en Políticas Públicas y Gobernanza Territorial cuyo objetivo general es “ formar capital humano en políticas públicas y gobernanza territorial, potenciando y fortaleciendo capacidades en la formulación de problemas públicos, el diseño, implementación y evaluación de instrumentos de política pública, desde una perspectiva regional descentralizada y con una mirada holística”.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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