Por: Carlos Cantero Ojeda. Geógrafo, Máster y Doctor en Sociología. Académico, conferencista y pensador chileno que estudia la Sociedad Digital y la Gestión del Conocimiento. Fue Alcalde en tres oportunidades, Diputado en dos períodos, Senador en dos períodos y Vicepresidente del Senado de Chile
El Gobierno de la Presidenta Bachelet termina con una pésima evaluación ciudadana, una economía mal gestionada, un creciente desempleo que afecta el hogar de nuestros compatriotas, aumenta el temor a que la delincuencia o el narcotráfico dañe a nuestros seres queridos. También es cierto que, la política transversalmente recibe una pésima evaluación por su escasa productividad, falta de sentido social y su perversa relación con el dinero. Se hace necesario contener este Chile “Cuesta abajo en la rodada”. La elección del 19 de noviembre será determinante, definirá si seguimos con los mismos que han generado este desastre o elegimos un nuevo equipo que supere estas malas decisiones políticas.
Las encuestas muestran a Piñera con una adhesión del 45%. Pero, no supera el 50% de la votación requerido para asegurar la Presidencia. En este escenario habrá segunda vuelta con las dos primeras mayorías. Eso será nefasto, significará más derroche de dinero en campañas y seguir con una economía paralizada y sin crear trabajo. Quienes están hoy en el poder, entrarán en pánico ante la posibilidad de perder sus privilegios y harán todo lo necesario para mantenerse en sus cargos.
Hay un segmento del electorado que -pudiendo votar por Piñera- no se sienten convocados, otros le tienen desconfianza política, algunos dudan de su compromiso con la transparencia, otros quieren diferenciarse de la derecha económica. Pero, en un momento tan crítico para el país no es razonable un voto testimonial o abstenerse de votar. Los independientes e indecisos son el segmento clave, que está marginado de la campaña y al que hay que convocar.
A pocos días de las elecciones es necesario tomar conciencia que Chile necesita un CAMBIO. La centro-derecha debe encarnar un nuevo pacto social, un proyecto para Chile que vaya más allá del próximo período o de Piñera. Con altura de miras y generosidad se debe constituir una mayoría para Chile, que asuma la recuperación del país, que entienda el servicio público como un honor, que se comprometa con el desarrollo económico y social. Un equipo para gobernar y con el mismo celo cuidar la eficiencia, la probidad y el sentido social. Piñera debe dar una señal de unidad y respeto a la diversidad, liderando un proyecto para todos y con todos.
Podemos hacer este cambio: los independientes, los indecisos, los desencantados, quienes aprecian los valores republicanos, los regionalistas, las familias cuyos hijos no tendrán elección para su educación, aquellos que quieren expresar un voto testimonial, a todos les invitamos a sumarse a este desafío. Nadie se puede restar. Se requiere un voto de confianza para ganar en primera vuelta. Con convicción y solemnidad nos comprometemos a cautelar el desarrollo social y económico; a no tolerar la corrupción, actuando como garantes para controlar, fiscalizar y denunciar cualquier irregularidad, venga de donde venga.
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