Unidad Ahora…

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Por: Camilo Lagos, Presidente del Partido Progresista


Desde finales del 2016 Los Progresistas junto con Marco Enríquez-Ominami venimos señalando la necesidad de la articulación de las fuerzas de centro izquierda para derrotar el proyecto conservador que encabeza Sebastián Piñera.

En aquel año mediante una columna publicada por este medio, quienes suscribimos esta columna advertimos que los conservadores ya lograron derrotar transversalmente a las fuerzas progresistas en las elecciones municipales 2016 y que para evitar una arremetida similar en el Congreso y en la Moneda este 2017 habían ciertas lecciones sobre las cuales nuestro sector debía reflexionar si quería evitar el retroceso en el impulso transformador instalado en este Gobierno: se debían instaurar las primaras como mecanismos de resolución de conflictos y se debían posicionar las propuesta o ideas país como motor de encuentro de proyectos partidarios diferentes.

Con ambos pilares se podía sentar las bases para avanzar hacia un proyecto país, una verdadera hoja de ruta en transformaciones políticas, sociales y culturales. En simple, un camino de UNIDAD. Lamentablemente público es el desarrollo de esta historia, el impulso de unidad, al igual que el 2009 y 2013, nuevamente es derrotado.

Las primarias presidenciales fueron desechadas y la centro izquierda no sólo llega divida a la elección, sino que a falta de 24 días sigue sin sentar las bases de unidad para la segunda vuelta.  Y aquí el fondo de nuestra reflexión: todos fuimos testigos del fracaso de la centroizquierda en la segunda vuelta de 2009, y hoy, si no avanzamos hacia un nuevo clima, si no superamos los silencios irresponsables de quienes se hacen parte de proyectos presidenciales, llegaremos a un resultado peor del 2009, porque aunque sea el mismo protagonista, esta vez se busca retroceder en todos las conquistas sociales mínimamente logradas. Por eso ¿Cómo y con quienes se construye un camino de UNIDAD en la centroizquierda?

El cómo, en parte, sigue siendo el encontrar en las propuestas país los elementos comunes para la convergencia. Sellar un compromiso de gobierno con transformaciones que busquen profundizar lo avanzado por el gobierno de la presidenta Bachelet así como también responder la agenda del Chile urgente, y nos referimos a la recuperación de la Educación Pública, Pensiones iguales a Sueldo mínimo, Salud, Empleo, Descentralización, cambio constitucional, cupos para salas cuna, por mencionar algunas ideas, es el paso que demostrará a nuestras militancias y al país de que hay más que una mera unidad electoral sino más bien las bases de un proyecto de sociedad. Pero así como es necesario sentar las bases de las propuestas país con las que se busca gobernar, también es clave que el clima cambie y que se asuma la responsabilidad histórica que viene tras el 19 de noviembre. La izquierda ha zanjado este tiempo la necesidad de reformas, con evidentes diferencias en su alcance y sus formas, pero no así en la necesidad. Por eso la amenaza de Piñera, quien no ha titubeado en señalar que no cree en la gratuidad como derecho social así como que no cree en un nuevo modelo de pensiones. Piñera y los conservadores buscan poner en jaque los avances progresistas prometiendo una falsa libertad a los chilenos y eso no puede dejar indiferente a nadie.

El con quienes va de la mano del cómo. Quienes lideran espacios presidenciales deben ser los primeros en marcar una posición pública en torno a la UNIDAD, señalar el camino de la responsabilidad entre los partidos o movimientos que los acompañen. Independiente de que existan mecanismos legitimadores de toma de decisión, estos no eximen a quienes lideran de sentar una posición, defenderla y promoverla. En este clima nos preocupan los silencios de Guillier y su entorno, así como la intención de los líderes del Frente Amplio de evadir la responsabilidad de sentar una posición de unidad bajo la excusa del mecanismo plebiscitario. En esto hay que ser claros: Ni el silencio ni la delegación de responsabilidad compañeros nos lleva a la convergencia.

Por todo lo anterior es que nuestro diagnóstico hoy es que la UNIDAD de la centro izquierda está en jaque, pero superar este clima de dispersión no pasa por construir espacios artificiales de encuentro. Y lo decimos claramente, bien que Chile 21 ahora entienda al fin el valor de la unidad, pero como no los escuchamos jugados por primarias presidenciales, en ningún caso los vemos hoy como articuladores creíbles y de confianza. Creemos en la oportunidad de construir confianzas y dialogo de ideas, porque vemos esa madurez en nuestro sector, pero no validaremos el oportunismo. Dialogo y unidad aquí y ahora es y será nuestra posición como progresistas y esa es nuestra invitación a los comandos de Guillier, Goic y Sánchez.

Estamos convencidos de que aun hay una oportunidad para el sector de la centroizquierda de mirarnos y encontrarnos y de vencer juntos en segunda vuelta el proyecto conservador que amenaza los avances sociales instalados en este gobierno. Sin duda somos más los que deseamos vencer a Piñera que los que no, pero ese interés común no basta para construir una convergencia. Responsabilidad, unidad y coherencia para avanzar y el triunfo será innegable.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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