Elección y Centro-Derecha

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Por: Carlos Cantero Ojeda. Geógrafo, Máster y Doctor en Sociología. Académico, conferencista y pensador chileno que estudia la Sociedad  Digital y la Gestión del Conocimiento.  Fue Alcalde en tres oportunidades, Diputado en dos períodos, Senador en dos períodos y Vicepresidente del Senado de Chile


Esta elección encuentra nuestro país sumido en la desconfianza, una desesperanza gatillada por la mala distribución del ingreso, se trata de dos mundos confrontados, entre aquellos que exaltan la solidaridad y aquellos que exaltan la competencia.

Se observa un voto de rechazo: desencanto con la “Nueva Mayoría”, por su negativa gestión, pero, también constituye una expresión de desconfianza con “Chile Vamos” y su promesa de “Tiempos Mejores”.  Los dos grandes bloques que caracterizaron el Chile de la Transición, muestran sus fracturas, una tendencia a la fragmentación, con sensibilidades emergentes que buscan su identidad y empujan por su espacio para expresar sus matices y seguir ganando adhesión ciudadana.  Con un centro que está desamparado, vacante y desatendido.

La lectura de esta votación debe ser vista más allá de las capacidades de los candidatos. La gente voto por grandes ideas o categorías de pensamiento, en todo caso, ancladas en el CAMBIO, especialmente del modelo de desarrollo.   De asumir este desafío depende el destino de la segunda vuelta.

La segunda vuelta, desde el comienzo la anunciamos como un desafío difícil, trabado.  Señalamos que la ventaja que observó Piñera en la primera vuelta se anulaba. Señalé como evidente la necesidad de una estrategia volcada a la unidad y a consolidarse hacia el centro político.  Lo que no ocurrió. Es claro que la centro derecha ha quedado amenazada electoralmente de cara a lo que viene.

Chile Vamos, está siendo demandado por una ciudadanía que no cree la oferta de “Tiempos mejores” y reclama un énfasis social y ciudadano.  En el otro lado, la gente joven creyó en la oferta de una sociedad más solidaria que hizo desde fuera del conglomerado oficialista la candidata Sánchez.  Tanto así que deja huella en la votación de la Nueva Mayoría, que por poco se transforma en la nueva minoría.

No se puede pretender hacer más de lo mismo cuando claramente la gente pide cambios. Se requiere enfatizar el desarrollo en base a una economía SOCIAL de mercado.  La centro derecha debe reinventar su opción para generar confianza, dejar esa campaña endogámica en lo social y político, enfocándose hacia la solidaridad, lo ciudadano y lo emocional.  Se debe asumir la deuda social, económica y política. En esto último se debe interpretar el electorado que votó por Kast.   Sin embargo, se requiere una campaña en la calle, en las comunas populares, en las poblaciones, con equipos empoderados, con sentido político, orientado hacia el centro.

En una tribuna anterior señalé que para ganar Piñera debía hacerse cargo de la demanda social; marcando independencia respecto del poder económico. Y, es necesario un cambio para encarnar la diversidad socio-política de nuestro Chile.  Enfrentar la grave crisis valórico-institucional comprometiéndose con la probidad, la equidad y el sentido de comunidad.

La estrategia implementada hasta ahora se aprecia cupular, muy estructurada o marketeada.  El voto que falta y se necesita atraer es, precisamente, la periferia del sector, los insatisfechos, un amplio segmento ciudadano que prefiere la “independencia”, los críticos de los partidos y aquellos que optaron por un voto testimonial para marcar sus diferencias. Para atraer ese voto periférico Piñera debe redefinir su campaña, generar cambios, abrir los límites político-ciudadanos, mostrar mayor diversidad, ampliar los espacios de participación. En la integración de estos elementos está la base para atraer la diversidad que se requiere para ganar el gobierno.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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