“Sólo así podremos seguir cerrando las brechas de calidad de vida y desigualdad que existen en muchas comunas del país y en la cual Calama todavía, lamentablemente, es parte”, indicó el presidente del gremio, Carlos Ramírez Leaño
Con la presencia de la gobernadora provincial de El Loa, María Bernarda Jopia, socios, empresarios e invitados especiales, la Cámara Chilena de la Construcción presentó en Calama los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2018, elaborado conjuntamente con el Núcleo de Estudios Metropolitanos de Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
La exposición realizada en el auditórium de la CChC Calama estuvo a cargo del doctor Arturo Orellana, profesor asociado del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien detalló los alcances de este estudio que cada año se realiza a partir de datos objetivos que considera distintas dimensiones, y donde Calama tuvo un alza considerable, ya que del lugar 45 en que se ubicó el año 2017, pasó al lugar 29 este año.
Pese a este importante avance, el presidente de la CChC Calama, Carlos Ramírez Leaño, mostró su preocupación por los resultados que tuvo la comuna en las dimensiones “Vivienda y Entorno”, “Salud y Medioambiente”, “Condiciones Socio-Culturales” y “Ambiente de Negocios”, donde se ubicó bajo la media nacional. “Esto último nos plantea un nuevo desafío para revertirlo en el corto plazo, y de esta manera acercarnos al desarrollo sostenible y sustentable que anhelamos todos quienes vivimos y trabajamos en esta zona minera. Por lo demás son temas que hemos puesto siempre sobre la mesa en las actividades de relacionamiento que realizamos con actores estratégicos de la provincia y de la región, y de las cuales sigue existiendo una deuda histórica”, planteó.
Sobre lo mismo, Ramírez Leaño invitó preferentemente a las autoridades locales y regionales, como asimismo a los empresarios, a utilizar y aprovechar objetivamente los resultados que entregó este instrumento de medición y gestión ICVU 2018. “Creemos que clave será potenciar la descentralización de los poderes regionales para darle así mayor poder a las decisiones locales. Estamos convencidos que descentralizar la administración del poder es muy relevante y necesario para potenciar el desarrollo regional y, en especial de Calama y sus habitantes”, recalcó.
El llamado fue acogido por la gobernadora provincial de El Loa, María Bernarda Jopia, quien siguió con atención los alcances de este estudio que, por primera vez, procedió a ordenar las 93 comunas según su gasto municipal total por habitante, lo que permitió observar que existen ciudades que han logrado posicionarse en el rango superior de calidad de vida urbana, pese a contar con un presupuesto relativamente menor.
“Me hace sentido en los puntos en que hemos bajado, principalmente en los ambientes de negocio y empleabilidad. Nuestra zona ha bajado mucho en esos temas y como Gobierno queremos reactivarlos. Mientras no se reactive la economía y la minería vamos a seguir teniendo esos problemas que nos perjudica enormemente. El debate estuvo muy interesante y con personas que saben mucho del tema”, expuso la autoridad provincial.
Desafíos
Por su parte, Arturo Orellana, coordinador del equipo de trabajo de la PUC, indicó que en su exposición quiso reflejar las tendencias que han marcado el desarrollo de Calama en materia de calidad de vida, destacando dos desafíos importantes. Uno de ellos tiene es vivienda y entorno. En este sentido, aclaró que “no sólo tiene que ver con la oferta de la vivienda sino la condición de los barrios que se están construyendo en virtud que es una ciudad que va creciendo y que debe dar mayor bienestar a sus habitantes”, expresó.
Importante también es la dimensión salud y medioambiente donde el especialista confirma que hay un déficit sostenido sobre la oferta de la atención primaria. “No obstante, esperamos que con las inversiones realizadas se vean reflejadas en los próximos años una mejora”, expuso.
Lo mismo pasa con las condiciones laborales pues, “pese a que existen, el ambiente de negocios sigue no estando a la par con la oferta de trabajo”, declaró. En este sentido, el doctor en geografía humana de la Universidad de Barcelona y magíster en desarrollo urbano de la Universidad Católica de Chile, recomendó reactivar las áreas de emprendimiento en el comercio y servicio para “generar condiciones de atracción para retener a la población y hacer más atractiva la inversión en la zona y tomarlo como opción de vida”.
Finalmente, Orellana compartió una reflexión. “Hay que dejar de pensar Calama como un campamento minero sino como una ciudad que tiene un déficit importante. Hay que generar condiciones para que, principalmente, las nuevas generaciones encuentren sentido vivir en Calama y no se produzca una migración, por ejemplo, por estudios. Para ello hay que apelar a una escala mayor de desafíos como construir una Universidad que los represente, además de tener equipamientos culturales y recreacionales que haga atractivo también a las familias vivir o venir acá respecto a otras ciudades más grandes”, cerró.