El desafío del presente

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Por: Gonzalo Prieto Navarrete, Sociólogo, Concejal de Alto Hospicio, Secretario General del PPD Tarapacá


En Chile la centro izquierda perdió una elección, pero aún no pierde la oportunidad de presentarle una visión al país, una meta que alcanzar a partir de un diagnóstico acertado de un territorio diverso y complejo, pero lleno de caminos para recorrer y que nos deben conducir a convertirnos en un lugar desarrollado, de bienestar para las personas y las comunidades que integran. Ciudades, regiones, y país más humano y sostenible.

La centro izquierda debe reconocer con claridad que los triunfos del pasado no son suficientes para encarar el futuro. Sin embargo, dichos éxitos son causas de las nuevas tareas que se vienen por delante y deben empujar nuestra acción política. Es así como permito reflexionar sobre algunas cuestiones necesarias para avanzar y tomar acción, ya no podemos seguir quedándonos en el análisis. Llegó la hora de actuar y para ello debemos trabajar juntos en lo siguiente:

  • Unidad estratégica, programática y electoral. Son más las cuestiones que nos unen que las que nos diferencian, debemos ser capaces de avanzar en una agenda común que independiente de los legítimos objetivos electorales de cada partido o conglomerado, sean los intereses de la gran mayoría de las y los chilenos los que deben ponerse por delante. Las elecciones nos permiten competir y la democracia dirimir entre quienes son los que la ciudadanía respalda para representarlos.
  • Énfasis en la clase media. Producto del crecimiento y las mejoras en las políticas sociales, son millones de chilenas y chilenos que hoy son parte de una clase media, y clase media emergente que no encuentra en el Estado la protección e impulso para cumplir sus sueños y proyectos. Agobiados por las deudas, impuestos y obligaciones, la clase media no ve ningún incentivo en las instituciones o la clase política, miran con desdén como no califican para las políticas sociales y con rabia los abusos de aquellos que se enriquecen a costa del esfuerzo de su trabajo, como las AFP o las Isapres. Hay que gobernar para todas y todos.
  • Desarrollo Sostenible, economía circular, innovación y capital humano. Se habla del crecimiento como el eje que nos faltó para llegar justamente a ese gran grupo de millones de chilenas y chilenos que al no contar con la preocupación debida del Estado, deben acudir sólo a sus propios ingresos para lograrlo, ello se consigue en teoría a través de mayor crecimiento, el cual proporciona (en la fórmula) más y “mejores” empleos. Resulta que ello no es suficiente. El crecimiento por sí solo no genera más empleos, y tampoco asegura que en caso de haberlos éstos sean mejores. Ya que con un crecimiento menor de lo esperado pudimos ver que las grandes empresas y consorcios de Chile ganaron más utilidades que lo que habían ganado en años, y el contrasentido es clarísimo y empírico. Por lo tanto, lo que debemos decirle al país y a las personas, es que hay concretar un desarrollo sostenible desde abajo hacia arriba. Con más y mejor descentralización, el desarrollo debe tener un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental. Si estos tres ejes no están en un punto igualitario, estaremos perpetuando la desigualdad e hipotecando el planeta en el que vivimos. Lo anterior no se consigue sólo con la economía extractivista y tampoco con las medidas cosméticas en materia ambiental, donde lo que se recicla va a parar a un vertedero. Necesitamos impulsar la industria y los servicicios de la economía circular, y no de la producción descontrolada que nos tiene sin agua en Petorca y con inflación en los alimentos. Debemos dar un salto evolutivo hacia la innovación y la creación de capital humano avanzado, reteniendo las personas capaces este en el país, pero también en los territorios. La fuga de cerebros de las regiones al centro debe ser detenida si queremos desarrollo sostenible, y ello requiere como dije antes, descentralización y ciudades capaces de ofrecer calidad de vida, salud, y empleos dignos.
  • Salud, Vivienda y Educación. Estos ejes jamás pasarán de moda, debemos seguir impulsando que estos derechos sociales sean protegidos por el Estado y no entregarlos a un mercado inescrupuloso que juega con la vida de la gente. Hay que innovar en vivienda e incluso volver aquellos modelos que permitieron que una gran mayoría tuviera casa digna a bajos precios. La salud requiere dinero y capacidad de hacerse cargo de la demanda de la morbilidad actual, pero sin olvidar la urgente inyección de recursos a la prevención y promoción en salud que tiene a cargo la red de APS. Con mejor educación, mejores ciudadanos, economía ética pensada en las personas y políticas públicas pensadas para el conjunto de la sociedad, y no una trampa focalizada que deja a la clase media atrapada en la miseria, el agobio y las deudas.

Estos son los desafíos del presente para tener un Chile mejor, más justo, igualitario, sostenible y capaz de hacernos sentir más orgull@s y dign@s.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.

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