La Comisión de Salud escuchó planteamientos de la presidenta del Comité de Ética del Colegio Médico, Dra. Gladys Bórquez, y de la doctora en derecho y profesora de la Universidad de Valparaíso, Alejandra Zúñiga
La mirada médica y legal fueron expuestas en la Comisión de Salud sobre el proyecto que permite la eutanasia, iniciativa que reconoce el derecho de cada persona a no padecer males o dolores innecesarios y a evitar la prolongación artificial de su vida, regular su ejercicio para garantizar que esta decisión sea adoptada de manera autónoma, informada e indubitada por parte del paciente que ha sido diagnosticado en estado terminal.
Además, la iniciativa modifica el Código Penal con el objeto de asegurar que la eutanasia, en los casos en que esta haya sido ejecutada por un médico de acuerdo a las formalidades y conforme los procedimientos autorizados por la ley, sea despenalizada.
Desde el Colegio Médico, la presidenta del Comité de Ética, Dra. Gladys Bórquez, expresó que como cuerpo médico deben participar de la reflexión que se está generando en la sociedad y en la Cámara de Diputados.
“Nosotros estamos de acuerdo en que hay que realizar algunas mejoras a la ley de derechos y deberes que permitan un mejor reconocimiento de la autonomía. Específicamente, creemos que hay que definir mejor el tema de la licitud del rechazo de terapia, porque aunque eso pueda significar acelerar la muerte, que está de manera ambigua definido. Creemos que es importante profundizar en el tema del consentimiento informado en la misma ley, definiendo y regulando mejor las voluntades anticipadas, que es la manera en la que yo pueda dar mi consentimiento cuando ya no voy a estar en condición de hacerlo tanto para una eventual ley de eutanasia como para el caso de tomar decisiones respecto de cómo yo quiero morir en un lugar”, resaltó
La facultativa manifestó que legislar sobre la eutanasia es un tema que se debe conversar y argumentó que, “probablemente, las encuestas dicen que a nivel social hay un alto consenso, no sabemos todavía a nivel del cuerpo médico porque no hemos hecho esta encuesta. Uno podría pensar que tenemos la misma representación, pero no lo sabemos porque efectivamente para los médicos es un cambio, en el sentido que la sociedad nos pediría que hiciéramos algo que hasta ahora hemos pensado que no es ético”.
En este sentido, dijo que hay que revisar la situación ya que la ciudadanía lo pide, pero además, advirtió sobre la probabilidad de que algunos profesionales de la salud acudan a la objeción de conciencia.
“A nadie se le podría obligar, pero hay que definir cómo sería una eventual ley de despenalización y cómo se asegura el acceso de las personas para que no nos pase lo que nos ha pasado con la mal regulada objeción de conciencia en la ley de interrupción del embarazo”, comentó.
Por su parte, la doctora en derecho y docente de la universidad de Valparaíso, Alejandra Zúñiga, defendió el proyecto y señaló que la iniciativa avanza en algo que de alguna u otra forma se reconoció en la Ley de Derechos y Deberes del Paciente.
“Dar primacía en el fondo a la voluntad de las personas al tomar decisiones sobre su propia vida. Esto fundado en derechos constitucionales básicos; el primero de ellos el derecho a la libertad a poder decidir cómo quiero yo terminar mi vida y ojalá que la ciencia médica pueda ayudarme a terminar mi vida sin dolor”, precisó.
A juicio de la académica se trata de un buen proyecto para el que la sociedad chilena está preparada. En este sentido, considera que las encuestas muestran que hay una gran mayoría de personas que creen que este es un derecho que debieran tener reconocido.
“Creo que los eventuales problemas que puedan existir, que son reales, en relación a como se van implementando, son problemas que en general tienen la implementación de todos los derechos que de alguna forma se van reconociendo y que de apoco las sociedades van avanzando. Pero me parece que esta es una discusión que Chile debe tener, que nos hace bien y que debería ojalá avanzar porque es un derecho fundamental”, sentenció.