Disciplina-equipo vs Talento individual, un paralelo entre los equipos de fútbol y los equipos de trabajo altamente eficaces

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Por: Bernardita Espinoza V. Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Chile


Pasada la fiebre futbolera y el momento de la pasión, les comparto este análisis de lo que ví y disfruté, análisis que dedico a mi padre, Julio Espinoza, gran aficionado del fútbol y gran Ingeniero.

Siempre he visto los deportes de equipo, como un paralelo muy gráfico y explicativo de cómo se desarrolla la construcción de objetivos comunes y de estrategias de corto, mediano y largo plazo para llevar a esos equipos de trabajo al éxito de los objetivos colectivos planteados, cuestión vital en toda clase de emprendimiento y proyecto.

De modo que, el singular desarrollo y resultados del recién concluido Mundial de Rusia 2018, evento deportivo que absorbió nuestra atención durante 1 mes, me ha hecho reflexionar sobre la importancia del trabajo en equipo, la disciplina y el entrenamiento, el cual permite desarrollar la destreza atlética necesaria en estos tiempos, respecto del brillo de las individualidades de antaño, vale decir, con respecto al talento individual.

Los resultados, que a muchos nos parecieron sorprendentes del Mundial, donde los equipos favoritos, tales como Brasil y Argentina, adornados con grandes figuras (talento) fueron derrotados y dejados a medio camino por equipos que no lucían grandes figuras individuales, sino más bien se componían por un equipo consolidado, bien coordinado, disciplinado y que demostraba una bien entrenada capacidad física, como es el caso de Francia, Bélgica y Croacia.

Por ejemplo, en jugadas emblemáticas como en al partido Francia-Argentina, el francés Mbappe echó el balón a correr y superó en velocidad a 4 argentinos.  Y es que el Francés tiene destreza física y, además, tiene talento, talento que no supera al jugador estrella argentino Leo Messi (que tiene un talento excepcional), claro que NO lo supera, la velocidad mental de Messi es incomparable, pero su velocidad de movimiento no lo suficiente, de modo que no le permitió romper las líneas rivales. Esto le pasó a muchos delanteros estrellas, que se vieron enfrentados a jugadores de otros equipos que no solo eran verdaderos atletas, sino que estaban perfectamente coordinados entre sí, luego la era del talento individual viene a dar camino a las jugadas rápidas y bien coordinadas de un equipo bien coordinado y muy bien entrenado.

Así como en el fútbol hoy no deja suficientes espacios, ya no es tan estático y por ende no se define por el talento individual; en la industria, los negocios y los proyectos, el conocimiento está a disposición de todos, los márgenes son estrechos, luego lo que prima es la disciplina y la conformación de equipos bien coordinados y entrenados.

Y es que tanto en el deporte como en la Industria, los negocios y los proyectos, la estructuración de un equipo bien coordinado, con un adecuado análisis previo de las fortalezas y debilidades de cada miembro, de modo de definir las funciones de cada cual, con el máximo aprovechamiento de sus cualidades individuales y de la potencia conjunta del equipo, sumando a esto, la disciplina, el entrenamiento y el mejoramiento continuo en base al análisis caso a caso de las ventajas y desventajas de cada decisión, cada plan y cada acción a desarrollar en pos de los objetivos y metas planteadas, reviste vital importancia, y mucho más que contar con talentos individuales sobresalientes.

En el Siglo XX se solía ascender a los cargos de liderazgo, en las organizaciones, en especial en las relativas a proyectos de índole civil, eléctrico, minero y tecnológico a aquellos individuos que destacaran en cuanto a sus capacidades técnicas. No obstante, hoy se ha ido cambiando esa mirada, hacia una búsqueda de líderes que tengan la inteligencia emocional para estructurar equipos altamente competitivos, en base a correcta selección de los talentos, correcta determinación de las funciones de cada individuo en el equipo, motivación, direccionamiento claro a los objetivos, disciplina y entrenamiento.

Y así es, como el Mundial nos ha demostrado que sin disciplina se pierde el talento, con disciplina se potencia el talento, el talento se aprovecha si se determina bien cuál es y dónde aplica correctamente, el talento no es necesario en forma excepcional y si bien sigue siendo importante es insuficiente si no hay un equipo consolidado, bien entrenado y bien coordinado.

PD: Con la ayuda de mis hermanos futboleros Ignacio y Rodolfo.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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