Contaminación del Aire en el Sur

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Por: Pedro Alvarado M. Ingeniero en Acuicultura. Especialista en cultivo de salmones, moluscos y crustáceos


Hace al menos 18 años atrás ya se hablaba de la contaminación en el sur de Chile. Ello, debido a los altos niveles de humos visibles que prácticamente y debido a las bajas temperaturas no salían de la ciudad de Temuco y Padre Las Casas. Y era la única ciudad de todo el sur que presentaba este problema de manera evidente.

Ya en esa época se hablaba de que había que preparar un plan de descontaminación; así se señala en la tesis de la periodista Daniela Asenjo: “se realizó un anuncio por el Ministerio de Medio Ambiente, a mediados de agosto de 2001, sobre la elaboración de una estrategia para contrarrestar la mala calidad del aire fuera de la Región Metropolitana, ya que hasta ahora los planes de descontaminación se han focalizado en Santiago y Rancagua. Poco tiempo después la misma cartera informó que se podrían declarar nuevas Zonas Saturadas asociadas a este tipo de contaminación”.

Esta noticia, de gran relevancia social, fue ampliamente difundida por diferentes medios de comunicación, léase radio, prensa escrita. ¿Y por qué era tan relevante? Porque tradicionalmente y casi desde siempre, la calefacción en el sur de Chile ha utilizado leña. El tema de la contaminación, de la elaboración de un Plan de Descontaminación, de eventuales restricciones y tantos otros temas relacionados más, cobraban relevancia debido a la entrada en vigencia de una nueva norma de calidad del aire, que significaba un estándar más riguroso que comenzaba a operar en enero de 2012, y “que visibilizará con mayor fuerza el problema”.

18 años al menos lleva la visibilización del problema en Temuco; 6 años de manera masiva en el sur de Chile, y en vez de ir mejorando se han ido sumando ciudades que cada invierno, y conforme se nos acelera el cambio climático y el sur ha dejado de ser todo lo lluvioso que era antaño (desde abril a noviembre al menos), viven episodios críticos por los índices de contaminación que se presentan. Si como dije previamente el problema estaba focalizado en Temuco y Padre Las Casas, hoy el problema abarca desde Los Ángeles hasta Coyhaique, una enorme área geográfica, y por ende una gran cantidad de personas afectadas de manera directa e indirecta.

Y aquí me queda dando vueltas un tema ya recurrente en el Chile de hoy, pero ante lo cual solo abrimos los ojos cuando NOS afecta y no cuando al que le afecta es al de al lado, en ese caso nos hacemos los locos y callamos. En el 2000 ya había voces que señalaban que la contaminación por humo de chimeneas es “Un problema que, si bien, se arrastra desde comienzo de los 90, en el caso de Temuco, no ha sido mayormente abordada por las autoridades.

Se suma a lo anterior, la percepción errónea que apunta a que los índices de contaminación son nocivos en Santiago, pero en regiones se puede respirar una mejor calidad del aire.”

Señores autoridades, el problema nunca se ha solucionado, ni las medidas implementadas han llegado a dar siquiera cerca de una solución que permita a la ciudadanía a poder respirar y realizar las actividades que realmente necesitan realizar por culpa de políticas de Estado que no apuntan a mejorar el sistema.

Mucho se ha señalado que la leña es el problema, pero ¿las medidas que se implementan, van en la línea de eliminarla? Porque entre otros problemas, el uso siempre en incremento de leña ha llevado a que muchos bosques de madera nativa de alto valor calorífico tiendan a desaparecer en la zona de los Ríos y Los Lagos (el ulmo, la luma, entre otros), y que hoy le estemos dando rienda suelta al consumo de una leña que a propósito de su fuerte “consumo” de agua en sectores rurales ha provocado que muchas napas subterráneas tiendan a desaparecer y con ello acarrear otro problema a las poblaciones rurales e indígenas de estas regiones del sur, me refiero al eucaliptus.

¿Cómo no hay ningún experto que pueda proponer uno o varios sistemas de recambio de calefacción que pueda ir en la línea de la solución y a costos accesibles? ¿Cuáles son las alternativas que se plantean como soluciones?: parafina (el precio sube como lo hace la bencina); calefactores a pellet (el solo cambio del equipo o estufa tiene un costo elevadísimo para muchas familias); gas (no existe una red de gas como si lo hay en Punta Arenas, Puerto Natales); electricidad (con un solo agente distribuidor y monopólico de la electricidad en el sur, no se ve una solución para todos los bolsillos).

Si no hay un subsidio para el cambio que hoy es urgente, no se puede avanzar en el plan de descontaminación. Hemos andado 18 años con un solo plan, el que se ha ido parchando año a año y que aún no soluciona nada. Las alternativas que he planteado más arriba y sobre las cuales mucho se ha discutido, no son soluciones para el nivel de ingresos que tienen hoy muchas de las familias de esta zona del país; pero me quedo con algo más grave aún: ¿qué ha pasado en 18 años, que ninguna autoridad ni gobierno de turno se han hecho cargo de esta realidad?

Santiago no es Chile se repite muchas veces, pero explíquenle eso a alguien que como María, la señora que entrevistaron para la tesis de Daniela Asenjo sufre a diario. O a Nicolás, mi hijo asmático, fanático del fútbol y que no puede practicarlo en invierno porque las pre-emergencias o emergencias impiden que se realice deportes?. Alguien debe reaccionar, y en este caso no son necesariamente los ciudadanos. ¿O queremos seguir los pasos de Shanghai en China, que anualmente debe parar a lo menos dos días para poder bajar los índices de contaminación?

Saffirio en su oportunidad señaló “La saturación atmosférica está lejos de ser un problema que afecte sólo a la Región Metropolitana. Los análisis que el Ministerio de Medio Ambiente efectúa desde Rancagua hacia el sur no son alentadores, casi todas las ciudades superan los índices recomendados. Y, en algunos casos, las cifras exceden hasta en un 70% a las registradas en la capital.

Las cifras de la Seremi de Medio Ambiente de La Araucanía no son mejores que las de Osorno, pues establecen 34 episodios donde se sobrepasa la norma actual. En el día más crítico, el material particulado grueso se elevó́ en los cielos de Temuco a 472 microgramos por metro cúbico de aire. El diagnóstico sobre la mala calidad del aire que afecta a la Región de La Araucanía es una información que manejan las autoridades ambientales desde 1998, año en que se iniciaron los primeros monitoreos en el territorio.

Si esto ocurriera en Santiago todo el mundo estaría corriendo. Caerían ministros y las consecuencias políticas serían muy graves”. Como no ocurre en Santiago sino en OTRAS regiones, el problema no se soluciona sino que sólo se parcha.

Si lo siguiente no es un parche, entonces es una medida que no soluciona nada. A propósito del plan de recambio de calefactores (leña por pellet), llamé en marzo a la oficina del Ministerio del Medio Ambiente en Osorno y consulté los pasos a seguir para postular al cambio de calefactor. La persona que atiende dicho teléfono muy amablemente me dijo que vuelva a llamar a fines de Junio, porque no había nada antes. En Osorno el invierno comienza a fines de Marzo, no sólo con lluvia sino también con mucho frio como ha ocurrido este año, y ¿nadie previó esto? ¿Nadie planificó esto para el año siguiente?. A mediados de Junio fui personalmente a consultar a la mencionada oficina acerca del plan de recambio de calefactores, que tanta publicidad le han dado por los diferentes medios como si fuese la gran panacea; la respuesta no fue muy diferente de la que me habían dado meses antes por teléfono: “no tenemos nada por ahora caballero”. Ante esto, pregunté entonces cómo era el proceso y me señalaron: bueno, a fines de Julio tiene que estar atento a lo que se publique en la página web del ministerio del medio ambiente, y ahí ingresar sus datos para postular. Los beneficiados serán informados a fines de septiembre, y el proceso de cambio de calefactores podría comenzar a mediados de octubre más o menos.

Como usted que está leyendo, yo también quedé asombrado con esa respuesta…  ¿y mientras tanto? Las únicas alternativas son la parafina, o cambiar por cuenta propia el calefator a leña por uno a pellet. Voy al comercio y busco: solo en una tienda (de 5 que las venden) hay UN modelo y cuesta cerca de 800 mil pesos; las otras tiendas no tienen, “pero nos van a llegar dentro de 15 días”. ¿Qué se hace ante esto? Seguir usando leña, velando por mantener el porcentaje de humedad de un 25% máximo y esperar… esperar a que alguna vez alguna autoridad a la que realmente le interese el tema ambiental ande por la zona, y se vea afectado por el problema de la contaminación. Sólo recién ahí podremos ver como corren por una solución como dijo Saffirio.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

 

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