El dirigente indígena considera además que “el pueblo mapuche ha sido negado de sus derechos colectivos, territoriales, educacionales y políticos”
En el marco del aplazamiento por parte del Gobierno de la puesta en marcha del Plan Araucanía en la Novena Región, el presidente de la Fundación Desarrollo del Liderazgo Indígena, Diego Ancalao, fue categórico en criticar la propuesta del Ejecutivo ya que no solucionaría los reales problemas que enfrenta la región y el pueblo mapuche, asegurando que “está destinado al fracaso absoluto”.
En entrevista con CNN Chile, Ancalao sostuvo que “la implementación de este plan está destinado al fracaso absoluto, ya que la mirada netamente económica del ministro Moreno no apunta a resolver los problemas de fondo que no se resuelve con inversión privada. La Araucanía necesita políticas especializadas y regionales que apunten a su desarrollo, y una de ellas es la Ley de Rentas regionales, por ejemplo, para que los recursos queden en la región, otra es el cobro de las contribuciones que deben las forestales y, lo más importante, es que también se deben otorgar derechos colectivos al pueblo mapuche y no entregar subsidios para que se compren vacas y los vecinos peleen por quién se queda con la vaca, sino que se debe crear un banco de crédito y desarrollo de inversión, como se hizo con los pueblos originarios de Canadá, esas son medidas básicas”.
En el mismo sentido, el dirigente mapuche agregó que “el pueblo mapuche ha sido negado de sus derechos colectivos, territoriales, educacionales y políticos, por lo que para descomprimir esta situación, es necesario que el Plan Araucanía incorpore reconocimiento a los derechos colectivos del pueblo mapuche, lo que quiere decir que debe haber un registro electoral, donde las minorías puedan elegir a sus autoridades democráticamente para que puedan decidir su futuro, y esto no lo incorpora este plan, por lo que está condenado al fracaso, ya que los pueblos originarios necesitan oportunidades de decidir su futuro. Además, este plan transforma un tema político en uno netamente de pobreza y de seguridad pública”.
“Si el Plan Araucanía quiere resolver el tema mapuche y la pobreza en la región, también debe crear una ley de igualdad de remuneraciones entre indígenas y no indígenas, por ejemplo, al igual que la que se hizo para buscar la igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres, es por eso que este Plan Araucanía no resuelve ninguno de los dos problemas, la pobreza ni el tema mapuche. Los programas que se han implementado en la región, como éste, tienen como objetivo derrotar la pobreza en la región, lo que se mezcla con la problemática mapuche, sin embargo, son dos cosas distintas, ya que el primero se resuelve inyectando más recursos pero el tema mapuche no se resuelve solamente con inversión económica ni con bonos, sino que reconociendo derechos fundamentales y colectivos del pueblo mapuche, entonces, el error en la política pública es que no se ha trabajado en un plan de desarrollo para el pueblo mapuche, se hace un plan de desarrollo para La Araucanía mezclado con el tema mapuche”, resaltó Ancalao.
Finalmente, Ancalao aseguró que “el problema de la pobreza no se resuelve con la inversión privada y eso queda demostrado en la última Casen, sino que con mejores políticas públicas y mayor presupuesto, como lo hicieron en Aysén y Magallanes, donde se aumentó el presupuesto per cápita, aumentando la cantidad de recursos en la partida presupuestaria, y los parlamentarios de la zona no han hecho esfuerzos en ese sentido. La Araucanía tiene en promedio de 600 mil pesos per cápita, mientras que Aysén y Magallanes tienen sobre un millón de pesos, entonces, si se aumenta el presupuesto público para el desarrollo regional per cápita, se puede trabajar en resolver los problemas de pobreza”.
