Velocidad: el concepto clave de la Cuarta Revolución Industrial

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Por: Claudio Torres. Regional Manager de D-Link


Hoy estamos viviendo un proceso que marca un nuevo paso en la historia, en el que todos los avances en la ciencia nos permiten ubicarnos en lo que denominamos La Cuarta Revolución Industrial, un concepto que nace del rol de la tecnología y del papel que tiene la digitalización en nuestra vida cotidiana y en las industrias.

Esta nueva era avanza a toda velocidad, por lo que está constantemente modificando nuestra forma de vivir y de trabajar. Pero, ¿qué exige a las organizaciones esta época de la Transformación Digital?.

Actualmente, las empresas de todo tamaño y de cualquier sector productivo deben incorporar la tecnología en sus procesos, apoyándose en las oportunidades que entregan las nuevas tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, el Machine Learning, la Inteligencia Artificial y el Cloud, las que permiten construir ecosistemas inteligentes y con esto, aumentar la eficiencia, apoyar la continuidad operacional, reducir costos y especialmente, mejorar y acelerar la toma de decisiones.

Estas tecnologías están revolucionando los procesos, las operaciones y la manera en que trabajamos. Por ejemplo, a partir del Internet de las Cosas y el Big Data, es posible administrar la logística en diferentes etapas de producción, la compra de insumos, el estado de la maquinaria y controlar la gestión de los vehículos y generar alertas de mantenciones preventivas de equipamiento a través del uso de aparatos móviles y robustos sistemas que permiten la ejecución de tareas a distancia.

Adicionalmente, el Cloud y el Machine Learning están mejorando la productividad en el lugar de trabajo, permitiendo a los empleados mover fácilmente la información de física al formato digital, es por esto que ya no es extraño que diversas industrias estén avanzando hacia una mayor digitalización de sus negocios. Un ejemplo de esto es Chile, donde rubros clave para nuestro país, como la Minería y el Transporte, han transformado sus procesos para obtener los beneficios de operaciones más rápidas, mejor administradas a nivel de recursos y con acceso a información en tiempo real, incluso desde los lugares más remotos.

En las anteriores revoluciones industriales, los expertos consideraban que la clave del éxito de una empresa radicaba en su tamaño, por lo que las grandes compañías solían ganar a las pequeñas. En esta era de la Transformación Digital, dicho paradigma ya no es del todo cierto.

Hoy lo que hace la diferencia entre el éxito o el fracaso de las organizaciones es la rapidez y la certeza en la toma de decisiones, de manera de aprovechar al máximo las oportunidades que presenta el mercado. Y para ello, tecnologías como IoT, Inteligencia Artificial, Machine Learning y Big Data son esenciales en un mundo donde millones de datos se generan a cada instante.

Hoy junto con mantener una conexión de alta velocidad de forma permanente y en todo lugar, existe la necesidad de convertir esas montañas de datos en información útil que nos permita estar por encima de nuestros competidores.

Así, mientras más rápida y certeramente las compañías puedan generar este proceso de análisis, estarán en mejores condiciones para ser más eficientes, productivas y exitosas que las demás. Como plantean los expertos en estrategia corporativa Jason Jennings y Laurence Haughton, hoy la velocidad es un una condición indispensable para ser más competitivos, ya que en el mundo actual “no es que el grande se coma al pequeño, sino el rápido al lento”, pero además -y no menos importante-, el conectado se come al que no lo está.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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