Por: Jorge Leal. Country Manager de PV Power
Uno de los compromisos más significativos de la “Ruta Energética” trazada por el Gobierno es alcanzar cuatro veces la capacidad actual de generación distribuida renovable de pequeña escala (menor a 300 KW) al año 2022. Esto consolida todavía más el uso de energías limpias, y otorga un definitivo respaldo a la actividad de autogeneración domiciliaria, también conocida como NetBilling.
Y es que el auge de las ERNC en nuestro país es indiscutible, ya que actualmente la quinta parte de la matriz energética proviene de estas fuentes. Entre ellas, la energía solar ocupa un lugar preponderante en cuanto a capacidad instalada.
Por este motivo, gran parte del éxito de la Ruta Energética se jugará en el ámbito solar. En general se suele relacionar este tipo de energía con megaproyectos que utilizan muchas hectáreas, y que están situados preferentemente en el norte del país; pero lo cierto es que este segmento de la industria está cada vez más diversificado.
La alta radiación que está presente incluso hasta la Región del Bío Bío, ha permitido el desarrollo de pequeñas plantas solares en distintos lugares del país, generando oportunidades para zonas comúnmente ligadas a otras actividades económicas.
Esto convierte a la energía fotovoltaica en una industria con futuro muy prometedor, ya que mediante el desarrollo de pequeños parques solares ofrece independencia, descentralización y flexibilidad. Justamente tres de los elementos clave que Chile demanda hoy en materia de energía.
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