Juan José Ugarte: “Queremos liderar la agenda del sector privado chileno para asumir los desafíos que implica el cambio climático”

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Así lo destaca el arquitecto y Presidente de la Corporación Nacional de la Madera (CORMA). “He estado vinculado al sector de la madera por muchos años por mi actividad académica y profesional, pero ingresar a la CORMA implicó conocer el mundo fascinante del bosque, de la industria, a los profesionales y ejecutivos de primera línea que tiene el sector. Me impresionó favorablemente el compromiso y la alegría que tienen los trabajadores del sector forestal por la labor que desempeñan y el orgullo de sentirse parte de este mundo forestal”


En entrevista exclusiva con Poder y Liderazgo, Juan José Ugarte Gurruchaga, quien por más de 35 años ha compartido su vida entre la actividad académica, la investigación y su pasión por el mundo forestal, resaltó que “de alguna manera esa sangre forestal se siente que corre por las venas de todo el sector, por las venas de CORMA”.

 Graduado de la Universidad Católica de Chile, recibió el premio al mejor egresado de su generación. Fue director de la Escuela de Arquitectura de la UC, decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de Estudios Urbanos, y vicerrector académico de esa casa de estudios. Su trabajo profesional le ha valido importantes reconocimientos en Chile y el extranjero, llegando a ser profesor visitante en Harvard. Pero si bien la docencia lo apasiona, lo que verdaderamente lo mueve es el mundo forestal, el mundo de Corporación Nacional de la Madera.


¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta actualmente CORMA?

“El mundo avanza sobre el concepto de bioeconomía, esto es: dejar atrás la huella de carbono, trabajar sobre un planeta más limpio, de producción más limpia, donde la   producción sustentable, un desarrollo armonioso con las comunidades, y un cuidado estricto de las condiciones ambientales pasan a ser la marca del sector. Una marca que ha tenido en el último tiempo, pero que hay que visibilizar y avanzar sobre hechos muy concretos en términos de generar valor en las comunidades locales donde se desarrolla el mundo forestal. Y una vez que podamos visibilizar aquello creemos que tendremos un soporte de desarrollo productivo y social mucho más relevante que el que ya tenemos hoy”.


A su juicio, ¿la sociedad chilena entiende y valora adecuadamente la industria maderera nacional?

“Creemos que hay una cierta desconexión entre la capacidad que tiene hoy el mundo forestal de una producción limpia y sostenible y certificada además por organismos internacionales muy rigurosos, ya que de otra manera no podríamos tener presencia en ninguno de los sofisticados mercados internacionales en donde hoy estamos. Sin embargo, esa información que la conoce el mundo y somos admirados internacionalmente, vemos que acá en nuestro país hay una brecha de información, hay mucho mito instalado a nivel de la comunidad local”.


¿Cómo enfrentan esto?

“Informar adecuadamente, llevar a las personas información adecuada, que conozcan los sistemas productivos, que conozcan la cadena de valor, creemos irá afianzando, acercando la percepción de la comunidad hacia nuestro sector”.


¿Qué acciones concretas está impulsando la organización para fortalecer su vinculación con los actores sociales y políticos de los territorios donde están presentes?

“En lo esencial, son tres líneas de acción. La primera, es que queremos liderar la agenda del sector privado chileno para asumir los desafíos que implica el cambio climático. Tenemos retos de producción en relación con los cambios del clima, con el déficit del recurso agua, con el manejo de los suelos. Como sector productivo basado en recursos naturales, queremos liderar una agenda con metas muy concretas y que el sector privado pueda acompañar una adaptación de todo el sistema productivo chileno hacia ser mucho más eficiente desde la perspectiva eco sustentable”.

“Un segundo desafío o línea de acción es basar ese avance en investigación de punta, innovación tecnológica, transferencia tanto entre pequeñas y grandes empresas como también desde los principales centros mundiales que llevan la delantera en estos temas hacia la realidad nacional. También de manera muy importante queremos avanzar en capacitar a nuestros trabajadores, ejecutivos y colaboradores en lo que significan las nuevas tecnologías, las nuevas capacidades profesionales, para adaptarnos a los procesos de automatización, y de inteligencia artificial que están instalándose en el sector productivo nacional y que van a tener un profundo impacto en el mediano plazo”.

“Y tercero, formamos parte del Consejo de Política Forestal que ha definido la política pública forestal de aquí al 2035 y que ha sido consensuada con todos los actores: ONG’s, sectores indígenas, sectores productivos, organismos públicos, y que tiene metas muy concretas en el manejo sustentable del bosque nativo, en forestación y reforestación, en temas de seguridad de operaciones, en vinculación y equidad con las comunidades, etc. Entonces, poder ser parte de esa agenda e impulsar que esas metas las alcancemos como país es el tercer pilar de nuestra agenda de desarrollo”.


¿Cuál es su visión respecto del conflicto Mapuche y su impacto para los socios de CORMA?

“La relación del estado de Chile con las comunidades indígenas es un tema en desarrollo y hay un sentir en la comunidad nacional de que urge avanzar sobre caminos de solución. Por lo tanto, no es un tema que sea exclusivamente contingente al sector forestal. Es un tema que afecta a sectores productivos muy diversos y en forma muy especial a familias, comunidades y trabajadores”.

“En las zonas o regiones donde se desarrolla la actividad, mayoritariamente hay una buena relación y se están generando sinergias muy interesantes y positivas. También el mundo privado a través de la CPC y SOFOFA y el sector público, a través del Ministerio de Desarrollo Social, han iniciado un esperanzador proceso de diálogo para que los distintos actores de comunidades indígenas, como centros de estudios, gobierno y sectores productivos busquen puntos de encuentro para impulsar el desarrollo de la Región de la Araucanía”.

“Ciertamente, los trágicos hechos de los últimos días son una mala noticia más aún cuando hay una persona fallecida. Nosotros esperamos que este suceso tan lamentable sea aclarado por la justicia con celeridad y nitidez y lo decimos con la misma fuerza con que nos hemos planteado en el pasado frente a las acciones violentistas que se han hecho cotidianas en la Región”.

“Es un momento en que hay que ser prudentes y nuestro anhelo es que esto no signifique un retroceso en los avances que se han logrado en materia de convivencia y generación de nuevos espacios de diálogo con las distintas comunidades. Nosotros apoyamos estos esfuerzos y estamos esperanzados en que se mantengan porque su único objetivo es lograr impulsar desarrollo, progreso y paz con todos y para todos quienes viven en la Araucanía”.


La escasez hídrica es una realidad país,  ¿Qué acciones está impulsando CORMA para hacer frente a esta realidad?

“El patrimonio forestal, los bosques, no tienen riego, los árboles crecen a partir de las lluvias. De manera que en lo concreto, la escasez hídrica no afecta a las plantaciones forestales porque nuestro riego es un riego natural, la lluvia”.

“De hecho, el que existan árboles implica que esa lluvia infiltre la tierra y no erosione los suelos. Por lo tanto, en un ecosistema hídrico el contar con bosques entrega elementos muy positivos. Por lo tanto, nosotros somos parte de la solución, no parte del problema”.

“Ahora, sí nos preocupa la escasez hídrica porque es un problema país y creemos que es muy importante impulsar políticas públicas en obras de riego y generar depósitos de agua en las zonas rurales, reservas de agua y acumulaciones de agua en las zonas de la cordillera y así poder llevarla hacia los territorios que requieren agua para consumo de sus habitantes y para riego de cultivos”.

“Al respecto, es importante decir que en la zona donde ubican la mayoría de las plantaciones forestales, el 85% del agua que escurre por los ríos termina en el mar, es decir no se almacena ni se conserva para períodos de sequía”.

“Nosotros en conjunto con nuestras empresas socias y ante iniciativa de las propias comunidades, hemos impulsado proyectos de micro embalses y manejo de suelos con vecinos de Biobío y por eso estamos totalmente disponibles para participar en iniciativas de este tipo que ayuden a mitigar este grave problema que sufren muchas regiones del país y especialmente las comunas rurales”.


¿Qué impacto ha tenido el fenómeno migratorio en la industria maderera nacional?

“Si bien no tenemos estimaciones en número, hay un número creciente de trabajadores forestales que proviene de migraciones internacionales que han llegado al país y están realizando trabajos tan sensibles como, por ejemplo, clasificación visual de madera en aserraderos. Han aprendido rápidamente las técnicas, son muy eficientes, de alto compromiso y que se han integrado a la comunidad”.

“Ahora, hay un segundo tipo de migración en que cada vez se está migrando más del campo a las ciudades y eso implica que ha crecido el déficit habitacional. Estaba estancado en una cifra del orden de 400 mil viviendas, pero hoy la última CASEN habla de medio millón de viviendas”.

“Por lo mismo, creemos que el sector forestal y en especial la industria de la madera puede ser parte de una iniciativa público privada muy relevante para poder, de manera sustentable y con altos niveles de productividad entregar soluciones habitacionales definitivas que superen, como hace 30 años lo logró Canadá apostando por la madera, superar el déficit habitacional que tenemos en el país”.


¿Qué tan relevante para la Corporación es avanzar en materia de descentralización?

“Bueno, nuestra gran virtud es que ¡somos descentralizados! La capital forestal de Chile es Biobío, la capital de la madera para la construcción es Maule, en la Araucanía tenemos un mosaico de plantaciones, propietarios que aportan en el mundo del mueble elementos más cercanos al mundo del diseño, etc. Por lo tanto, nuestra operación es descentralizada”.

“Nuestros 300 mil trabajadores están en regiones y aportamos al desarrollo tanto económico como social y comunitario de aquellas regiones donde estamos. En consecuencia, una de nuestras grandes virtudes en términos de participar de un proyecto sustentable como país es nuestra gran presencia en la macro zona forestal del sur de Chile”.


Acaba de concluir la feria COMAD en Concepción, ¿Cuál es el balance a horas de que haya concluido esta primera Feria de Construcción en Madera y Sustentabilidad?

“COMAD superó ampliamente nuestras expectativas, tanto por el nivel y calidad de los expositores, el récor de asistencia a los seminarios, la alta presencia de universidades y centros técnicos en la muestra, así como por el cierre de importantes negocios para exportar productos de madera con alto valor agregado por sobre los US$ 10 millones de dólares que se concretaron en la rueda Enexpro que organizó ProChile”.

“El tipo de asistente a la feria también nos dejó muy satisfechos. Porque por un lado tenemos quienes vienen a hacer y cerrar negocios, pero también tuvimos un alta asistencia de público muy diverso que está muy motivado por conocer e informarse de la actividad forestal y maderera y aprender cosas nuevas relativas a sustentabilidad, cuidado del medio ambiente, y los usos tan diversos y sorprendentes que tiene hoy la madera”.

“Por volumen, asistencia, nivel y negocios, COMAD superó largamente nuestras aspiraciones”.


Destacando que “Chile tiene hoy una nueva industria forestal, una nueva producción de madera certificada”, dejamos al presidente nacional de CORMA, quien asumió en julio de este año convirtiéndose en un fuerte promotor de la innovación y construcción en madera en Chile. Un líder nacido en regiones, que ha llevado las necesidades y los avances del mundo forestal a las altas esferas del país y también al extranjero, porque “necesitamos y queremos acercar ese mundo a los chilenos para que nos conozcan”.


 

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