Por: Aurelien Peris. Gerente General de Armonía Wines
Mucho se habla del consumo de vino en Chile y de como un gran porcentaje de la comunidad cada vez es más conocedora del tema. Hace 15 años la mayoría de los chilenos sólo distinguía entre vino blanco y el vino tinto; hace 10 años fueron conociendo más variedades como el Cabernet Sauvignon, Merlot, Carménère, Sauvignon Blanc y Chardonnay, pero durante los últimos años se han incorporado al paladar chileno variedades menos comunes, como es el caso del Malbec, Syrah, Pinot Noir, Cabernet Franc, Semillon, País, Carignan, entre muchas otras.
En la actualidad la presencia de marcas de distintos orígenes en el mercado se ha multiplicado. Los consumidores chilenos se están volviendo más exigentes, y no se conforman sólo con vinos nacionales, constantemente están observando los mercados internacionales en busca de diferentes alternativas, dejándole a las tradicionales casas vinícolas de Chile un fuerte reto en el mercado.
Es cierto que los chilenos buscan descuentos, pero también buscan calidad, y cada vez más, se están inclinando gradualmente a vinos de mayor valor, lo que se ha traducido en un aumento del 31% del consumo de vinos premium durante el último año.
Un estudio realizado por Euromonitor International, señaló que el consumo de vinos en Chile registró en el año 2016, su mayor crecimiento en 14 años, tras superar los 257 millones de litros. Esto muestra que el país consumió 7% más de vino que en 2015, período en el que se bebieron más de 240 millones de litros, donde se alcanzaron ventas de $850.533 millones.
En nuestro Club de vinos, Armonía Wines, hemos notado esta tendencia, donde los vinos Premium son cada vez demandados por nuestros clientes. Gracias al estudio interno que hemos elaborado, donde nuestra empresa cuenta más de 13.000 clientes, se destacan cifras sobre el precio promedio, que aumentó de un 7% en los últimos doce meses.
Este crecimiento está permitiendo, que los Wine Hunters chilenos, sean los encargados de llevar a la mesa de los apasionados del vino, las diversas joyas que hay en el mercado, y darles el reto de seguir descubriendo ediciones limitadas, nuevas variedades, versiones magnum de cosechas agotadas, entre otros.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
