Acceso seguro a las aplicaciones, datos, infraestructura de red wifi, servicios y fomentar un aprendizaje independiente y exploratorio, son parte de los beneficios de este tipo de tecnologías
La rápida evolución de la tecnología está cambiando la forma de aprender, trabajar y educar. Las nuevas generaciones de estudiantes demandan cada vez más la libertad de formarse y estudiar utilizando dispositivos móviles, por lo que resulta natural que las aulas se digitalicen. De hecho, en enero el Ministerio de Educación dio a conocer una estrategia que podría cambiar el viejo paradigma de la relación profesor-alumno: Los libros escolares que son considerados como el recurso pedagógico más usado por los profesores y el que más impacta en el proceso de aprendizaje, se encontrarán digitalizados a partir de 2020.
Sin duda, este hito puede ser considerado como un augurio de lo que vendrá en términos educativos producto de la transformación digital. Pero, ¿de qué manera se debe llevar a cabo este proceso dentro de las instituciones educativas para así mirar a la tecnología como un aliado y no como un enemigo?
Según el Gerente General de D-Link en Chile, Claudio Torres, el primer paso para lograr la digitalización de las aulas es “contar con una infraestructura de red wifi acorde a la cantidad de usuarios, consumo de banda ancha y seguridad que garantice el trabajo colaborativo e ininterrumpido entre profesores y alumnos”.
“Este paso ayudará a terminar la brecha educacional hoy existente, ya que está demostrado que actualmente los estudiantes, profesores y funcionarios llevan sus dispositivos móviles como smartphones, tablets o notebooks a todas partes”, apunta Torres.
Cloud
Si bien una infraestructura de red que sea rápida, eficiente y segura es esencial al momento de adherirse a la digitalización de las aulas, para el Gerente Comercial de Citrix en Chile, Marcos Vieyra, existe otra herramienta que comenzará a tener un gran impacto en la educación: el Cloud.
“Una de las tecnologías que hoy ya se está implementando dentro de las universidades es la virtualización. Al virtualizar los datos, le trae a los estudiantes infinitos beneficios, ya que no solo les permite acceder a materiales desde cualquier lugar y dispositivo, sino que también aumenta su productividad al trabajar en el lugar donde más se sienten cómodos y contribuye además a desarrollar mayores y mejores posibilidades de interacción entre alumnos y profesores que se encuentren ubicados en otras zonas geográficas”, afirma Vieyra.
Al respecto, el ejecutivo de Citrix agrega que en Chile, la Universidad de Santo Tomás, ya se encuentra implementando esta herramienta para así resguardar los datos de los docentes y estudiantes; mejorar el acceso a la información a los estudiantes; permitir ofrecer aulas virtuales y videoconferencias, además de brindar un acceso más simple a la información y acceso a aplicaciones útiles según lo necesite cada carrera.
Es una realidad que la educación seguirá reinventándose, ya que en la era de la transformación digital todo cambia rápidamente. Existen muchas herramientas y aplicaciones que pueden mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, para así preparar tanto a los estudiantes como a los docentes para el futuro, pero el desafío radica en usarla favorablemente, para así lograr un desarrollo óptimo de los establecimientos educacionales y encaminarse a un futuro donde la digitalización será un requisito indispensable para lograr el éxito.