Por: Rodrigo Aliaga S. Coach de Vida y Negocios para Líderes de Alto Impacto. www.coachingyresultados.com
Detente por un momento e imagina: vas en tu auto y repentinamente pierdes el control del móvil. A la velocidad del rayo ves que te vas directo a estrellarte contra un poste y das un volantazo para evitar el choque, deteniéndote unos metros más allá con el corazón agitado y agradeciendo de la que te salvaste. Instintivamente hiciste una clara distinción que te permitió quedar sano y salvo: lo que quiero v/s lo que no quiero. Fácil, ¿verdad? Vamos un poco más allá y hagamos un análisis.
Estrategias operativas: resultado deseados y no deseados
El caso anterior es tan básico que parecería de toda lógica que funcionamos de acuerdo a lo que queremos, ¿no es así?. Pero no es tan simple como lo parece.
En Coaching trabajamos con dos distinciones básicas en cuanto a las motivaciones del ser humano: dolor v/s placer (o malestar v/s bienestar, incomodidad v/s comodidad, muerte v/s sobrevivencia, etc.), dicho bien en simple, que cada una de nuestras acciones se encamina ya sea a maximizar el placer o a minimizar el dolor, según lo cual muchas veces nos encontramos operando más en evitar o disminuir el dolor de lo que no queremos que en garantizar bienestar o placer por lograr lo que sí. Lo cual equivale a que vamos rumbo a chocar el poste, que evidentemente es lo que no queremos, pero no hacemos lo necesario para salir de tal ruta, y lo más probable es que allí sea donde lleguemos -a no ser que ocurra algo providencial o fortuito, o en un último esfuerzo demos el golpe de volante que nos saque del atolladero. Y todo esto en automático. Y luego nos preguntamos por qué las cosas no nos resultan …
Al comportamiento (inconsciente) recién descrito me gusta llamarlo “Estrategia Operativa de Alejamiento”
“Si no cambias de rumbo llegarás directo a donde te diriges”. Proverbio chino
Por otra parte, dos personas en aparente igualdad de condiciones -digamos, de profesión, redes, dónde estudiaron, etc., pueden estar teniendo resultados de vida extraordinariamente diferentes, donde una de ellas literalmente explota en logros y éxitos, mientras la otra persona simplemente sobrevive. Lo que no estamos viendo es que la primera está programada internamente para ir por lo que desea. Tiene una Estrategia Operativa de Acercamiento.
Según compartí en mi columna “La importancia de tener objetivos claros”, considero que también es algo cultural, toda vez que países más desarrollados lo son precisamente por haber avanzado gradualmente de la Estrategia de Alejamiento hacia la de Acercamiento.
El caso más claro a mi gusto sería EEUU, donde generación tras generación de inmigrantes, que muchas veces huían de condiciones paupérrimas en Europa -de hambruna, peste, guerras, se enfocaron poderosamente en forjarse una nueva vida en América, perseverando en ese objetivo con tal fuerza, que la energía conjunta de todos ellos dio lugar finalmente a la actual primera potencia mundial. O en ejemplos más cercanos, vemos también cómo los grandes conglomerados empresariales en Chile surgieron por la visión y empuje de fundadores que llegaron de lejanas tierras en busca de construir su vida soñada. Abundan los apellidos alemanes, italianos, croatas y árabes en tal análisis.
Finalmente, y como la disciplina que ejerzo se trata de facilitar procesos de #aprendizaje, te invito que pienses en lo que ha sido tu vida y tus resultados y te preguntes:
En el día a día, ¿busco principalmente lo que deseo o me muevo por evitar lo que no deseo? Si me he movido por alejarme de lo que no quiero, ¿a qué costo lo he hecho? ¿qué resultados he estado teniendo por ello? ¿Cómo sería si me enfocara en lo que sí deseo crear durante sólo una semana, un mes, o un año? (¡Recuerda que han sido procesos inconscientes! Te invito a que asumas responsabilidad, no culpabilidad)
¿Cuánto sentido te ha hecho este texto? ¿A qué nivel crees que te ayudará hacer este tipo de distinciones poderosas? ¿A quién más crees que le podrían aportar?
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
