Por: Álvaro Parker. Managing Director PageGroup Chile
Tras la aprobación para reducción de la jornada laboral en la Cámara de Diputados y el envío del proyecto que tiene objetivo aumentar el sueldo mínimo por parte del Ejecutivo, es necesario realizar una reflexión respecto a este escenario. Ahora más que nunca es importante hablar sobre los esfuerzos que se deben hacer para mejorar la calidad del empleo e inclusión de los colaboradores, así como la inversión que se está haciendo en todos los factores que nos ayudan a la productividad, como por ejemplo, en I&D.
Desde la vereda de los privados, generalmente, la legislación es la que da el primer paso para que los estándares laborales se eleven. Esto se ha visto con mayor énfasis en las últimas semanas, en las cuales las autoridades han acelerado el proceso de aprobación de diferentes reformas sociales.
Efectivamente, en la mayoría de los casos a nivel mundial, prevalece un modelo donde el “empujón” inicial se inicia a través de políticas públicas que instan a las empresas a cumplir las bases mínimas establecidas. Son pocas las veces en las que vemos iniciativas proactivas por parte de las empresas, quienes son protagonistas en la economía y empleabilidad de un país, incluso estando en conocimiento de los beneficios que pueden traer a los colaboradores.
Por eso, en un contexto donde el llamado hacia la unidad se presenta desde distintos sectores, se hace inmediata la necesidad que las grandes compañías se sumen a estas iniciativas e incluso den el primer paso en este sentido. No se trata de centrarse únicamente en el horario de trabajo ni en los salarios, sino que de asumir un rol conciliador y que todos los actores nos hagamos parte de mejorar la productividad de nuestro país de forma integral.
La agenda de iniciativas que vayan hacia el beneficio de sus colaboradores, así como herramientas e incentivos para mejorar la inversión en capacitaciones y factores que aumenten la productividad, como la tecnología, serán claves en lo que se viene. Es la única forma que centremos la conversación donde tiene que estar: cómo trabajamos menos y somos más productivos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
