[Opinión] El insoportable viaje a la misma playa

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Por: Álex Becerra E. Subgerente General de Casinos RIVER SpA


El hombre solo puede hacer una cosa a la vez. ¿Qué pasó con la planificación estratégica?

Sin planificación no es posible hacer la vida muy interesante. Si esperas hasta el último día para preparar tus vacaciones de verano, lo más probable es que vayas siempre a la misma playa, año tras año. ¡No te quejes después de que la vida parezca un poco aburrida! “Las gafas de la felicidad” (2014), Rafael Santandreu

En este tiempo de crisis social y ahora de crisis sanitaria, me he preguntado ¿qué sucede con la planificación “estratégica” de nuestra sociedad?, ¿por qué somos tan reaccionarios ante hechos que acontecen y nos olvidamos de que existe un objetivo- país que es el desarrollo? Objetivo que es obviamente de largo plazo y con varios hitos por cumplir y medir el avance. Como se infiere de la frase de inicio seguimos día a día año a año viviendo las mismas noticias ¿Cuándo nos cansaremos de ir siempre a la misma playa?

Todos los años las mismas noticias, febrero agobia con las compras escolares, marzo es sinónimo, entre otros, de permisos de circulación, septiembre qué comer en fiesta patrias, por solo dar unos ejemplos de varios que ya ustedes deben estar pensando. Solo repetimos historias años tras años. Siempre la misma playa.

Pero el país necesita avanzar bajo una planificación de largo plazo y no solo caminar sin rumbo por el tiempo, esperando que otros países más grandes progresen y nos compren más cobre o más fruta. Somos como esas rémoras de los tiburones que solo acompañamos y comemos lo que el depredador deja. ¿En qué momento nos hacemos cargo de nuestro futuro?

Recuerdo esa canción “Despacito” de Luis Fonsi, que escuchaba donde estuviera, fuera el colectivo o el microbús, en la TV. Ese tema se escuchaba en todas partes, no existía otra canción. Ya era casi como parte del paisaje. Algo así ocurre con las crisis. Ocurre una crisis social y todas las noticias en TV (tema del cual nos referiremos en otra oportunidad) y todos los programas existentes hablando solo de este tema, situación que se repite de manera dramática con el Covid 19. Sí, son materias muy importantes obviamente pero, ¿Qué sucede con los demás sucesos de los cuales debemos medir su avance?

Es posible que por temas de evolución natural o porque el hombre tiene los ojos al frente que solo nos podemos enfocar en una única cosa, olvidándonos de lo demás. No podemos caminar y comer chicle a la vez, como indica el refrán popular.

En las empresas actuales existe lo que se denominan la Misión y La Visión, que son como faros que nos indican dónde dirigirnos en el mar del tiempo. Sin ellas el día a día nos consume y solo “apagamos incendios” y el objetivo final sigue pareciendo un punto lejano en el horizonte. Eso nos está pasando como país, estamos solo reaccionando.

Hoy todo es Covid 19 y así lo será por un largo tiempo, y seremos testigos desde los más serios comentarios hasta las más curiosas teorías conspirativas. Los memes de WhatsApp o los comentarios de Facebook, todos estarán en directa relación con esta pandemia mundial y, por desgracia, aspectos como educación, regionalismo y cambio climático ya no serán interesantes y solo algunos inadaptados escribiremos sobre esos temas, y de seguro varios dirán: “no es tiempo de hablar de eso” y ante el lenguaje autoritario de las masas se preferirá callar.

En este punto recuerdo una frase del Gran y Pequeño Napoleón “Nunca atribuyas a la malicia lo que adecuadamente se puede explicar por la incompetencia”. ¿Será esta la explicación de todo? No podemos planificar ni fijar esos faros guías. Misión y visión país, porque somos incompetentes. O será como dice otra frase del mismo personaje que “Sólo hay dos fuerzas que unen a los hombres: el miedo y el interés”.  Así, antes tuvimos en el interés nuestro foco y ahora en el miedo. Cualesquiera de las dos explicaciones serian tristes y desesperanzadoras.

Prefiero creer que somos producto de una naturaleza determinada y solo podemos concentraros en un tema y tal como lo explicitaba el mito de la caverna, solo vemos y creemos en lo que tenemos al frente. Es necesario comenzar a mirar más allá del día a día, ha llegado el momento que como sociedad tengamos faros que iluminen nuestro caminar, no por un plazo corto, sino que faros que alumbren hasta ese horizonte lejano que solo podremos alcanzar con la debida planificación. Claros en resolver lo presente, pero con una clara visión de futuro.

Un desafío: démonos unos cinco minutos al inicio de cada día y planifiquemos el día, la semana y el mes. Debemos terminar con la dictadura del que grita más fuerte.

En este tiempo de reflexión obligada por la cuarentena, debemos retomar los cuadernos del desarrollo regional, la educación dirigida al bien común, la responsabilidad social y el compromiso ambiental.

Desde las regiones podemos demostrar que el hombre puede hacer más de una cosa a la vez. Y podremos, además, conocer una nueva playa.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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