[Opinión] El Reclamo de la naturaleza

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Por: Margarita Ducci. Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU


No hay duda, que el cuidado y protección al ser humano es el objetivo más importante en el combate al COVID-19, este enemigo invisible que tiene al mundo devastado a nivel sanitario, económico y social.

En este incierto escenario, triste y desolador, instamos a repensar el mundo que nos espera, después de la emergencia: las nuevas formas de convivencia social, la reconstrucción del modelo para una economía más sostenible, el impulso de acciones decididas, en materia medioambiental.  Hoy, más que nunca, todo ello se hace indispensable para el futuro de la humanidad.

En este mes donde conmemoramos el día internacional del medioambiente, constatamos, -penosamente-, que el COVID-19 está arrasando con nuestras vidas y las bases que hacen posible la aspiración a una mejor calidad de vida de las personas. Nuestro mundo ha pasado a ser el de la sobrevivencia. Nos hemos encerrado en nuestros hogares, las calles, los parques, el comercio, las oficinas, están vacíos y el aislamiento social se ha transformado en un hábito forzado, produciendo soledad y muchas veces angustia, en las personas, lo que será extremadamente difícil remontar.

La crisis sanitaria tiene colgando de un hilo el desarrollo económico, el bienestar de las especies y de las personas, y la sostenibilidad de los ecosistemas. Por ello, es necesario apoyar con acción y decisión, los esfuerzos para proteger la biodiversidad, hacernos cargo del problema que significa para la humanidad, la extinción de especies; la desolación que produce la deforestación; los estragos que provoca la megasequía, con la escasez de un producto vital como es el agua, promoviendo planes de recuperación integral y económica que tengan como eje, mitigar el impacto del cambio climático, atenuando y llegando a superar la crisis de la naturaleza y del ser humano. El entorno natural es clave para nuestra propia supervivencia: proporciona nuestro oxígeno, regula los patrones climáticos, poliniza nuestros cultivos, produce nuestros alimentos.

Hoy reconocemos con vergüenza que el ser humano ha degradado prácticamente todos los rincones de nuestro planeta, y a medida que fuimos invadiendo la naturaleza y alterando los ecosistemas, hemos puesto en peligro la salud humana. Esa naturaleza es la que indiscutiblemente hoy está cobrando la cuenta; de hecho, el 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes, se transmiten de los animales a los humanos, y el coronavirus no es la excepción.

En Chile debemos resurgir con la mirada puesta en la protección al medioambiente y reconstruir aprovechando las oportunidades que nos entrega nuestro país, para dar el paso decisivo hacia inversiones verdes; como las energías renovables, las ciudades inteligentes, el transporte público ecológico, con un fuerte impulso a la innovación y un decidido apoyo al emprendimiento, que ayudará a paliar las nocivas consecuencias del creciente desempleo. Hoy más que nunca, debemos inspirarnos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que impulsa la Agenda 2020, de Naciones Unidas.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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