Por: Rodrigo Aliaga S. Coach de Vida y Negocios para Líderes de Alto Impacto
Más que seguro que conoces el dicho “¡Paren el mundo que me quiero bajar!”. Buenas noticias: el mundo paró. O al menos ha bajado ostensiblemente su ritmo. Y si alguna vez proferiste ese llamado debieras estar sonriente, pues tu deseo se ha cumplido.
Aunque ¡ojo!, quizá también sabemos del otro adagio que reza “Cuidado con lo que pides, no vaya a ser que se te cumpla” (porque en tal caso tendrás que vértelas con ello) Y pareciera, nada más ni nada menos, que una masa crítica de humanos hubiese estado pidiendo tal ralentización de su día a día, porque ¡voilá!, la Vida nos la ha concedido.
¿Y ahora qué?
Pues que en parte por gentileza del coronavirus nos toca vérnoslas con este nuevo estado -desconocido en mayor o menor grado para muchos, donde tenemos tiempo para tantas otras cosas aparte de las acostumbradas rutinas e incluso frenesí del trabajo, estudio, crianza y consumo. Y no es que objetivamente se hayan alargado los días, sino que simplemente es nuestro completo sistema de vida el que se ha visto tambaleado por fuerzas que no alcanzamos a dimensionar, llevándonos a este parelé con aislamiento social incluido. Eso, objetivamente, es lo que hay. Lo que harás con ello, lo subjetivo, depende ahora de ti.
Momento de decisiones
Así es que, dicho lo anterior, tienes la opción ante ti de ver toda esta crisis sanitaria y económica como una GRAN OPORTUNIDAD. Puedes DECIDIR hacerlo: de nadie más depende que de ti. Puedes decidir ser más grande que toda pandemia, quiebra o desempleo…o más pequeño.
Puedes decidir tomar este tiempo para reinventarte e ir viendo qué maravillas salen de tus nuevos ritmos creativos y cómo podrías conectarlas con el de otros, que como tú, estén dispuestos a abrazar lo desconocido que significa esta nueva situación mundial para todos nosotros -con viejos y nuevos miedos de la mano, o quedarte en casa anclado en la queja, esperando a que algo o alguien arregle todo para tú volver simplemente a tu ritmo habitual.
Puedes elegir entre Crecer y Contribuir al cambio mundial que a todos nos convoca y vivir la emoción de ser un creador y protagonista, o ser un mero espectador pasivo o tan sólo opinante. ¡Ambas cosas desde la comodidad del aislamiento social! Y eventualmente casi sin moverte de tu escritorio.
Tienes todas estas opciones y muchas más -tan sólo te ayudo a ampliar la mirada, tal como hago en mis sesiones de Coaching uno a uno. Cuando leas mi columna “Convertir la crisis en oportunidad”, aquí mismo en Poder y Liderazgo, podrás conectar con más potentes conceptos que te servirán para surfear el momento actual de la Humanidad.
Finalmente, y como la disciplina que ejerzo se trata de facilitar procesos de aprendizaje, te invito a que te preguntes: ¿Qué podría sacar de provecho de toda esta crisis del coronavirus? ¿Cómo puedo expandirme y ayudar a otros a hacerlo durante ella? ¿Qué diferencia puedo marcar? ¿Cómo se convertirá el mundo en un lugar mejor a partir de todo esto?
Te dejo la inquietud de ahora poner aquí todo un largo etcétera de preguntas profundas, positivas y empoderadoras que te ayudarán a estar como realmente quieres estar.
Finalmente, si has llegado hasta acá es que seguramente algo de sentido te han hecho estas ideas, ¿no es así? Cuéntame en qué…Sería un honor poder leerte o escucharte. Anímate, coméntame y comparte a quien sientas que le pueda servir. Gracias.
Te espero de este lado de la columna.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.