El ex senador vuelve a la política más mordaz que nunca, integrando el comité ejecutivo de la campaña de Alejandro Guillier y a cargo de una de las vocerías a nivel nacional del Partido Radical
Nelson Ávila Contreras, el político sarcástico, el ex senador agudo, el hombre auténtico que “no tiene pelos en la lengua” según muchos, vuelve a las pistas políticas después de un autoexilio en su parcela de Rinconada de Los Andes en la Región de Valparaíso, donde ha vivido gran parte de las últimas décadas. Hoy integra el comité ejecutivo de la campaña de Alejandro Guillier y está a cargo de una de las vocerías a nivel nacional del partido radical, a cuyas filas ingresó en el 2005.
En entrevista exclusiva con Poder y Liderazgo, el ex senador de la República conversó sobre lo que fue y lo que se vive en el espectro político chileno, abordando la crisis que se produce cuando el avanzar sin transar se deviene en invertir sin asquear, la relación incestuosa de la política con el dinero, los pasos en falso dados por la DC, la necesidad de contar con una nueva constitución y el liderazgo de Guillier -que a juicio de Ávila- “es el único capaz de frenar a la derecha”.
¿Qué impulsó su alejamiento de la política?
“Vivo desde siempre en Rinconada de Los Andes, pero mi autoexilio como algunos dicen, fue por un desencanto después de la última experiencia electoral, donde se produjo el pick de la relación incestuosa del dinero con la política. En esa oportunidad todos los candidatos que me adversaban, accedieron a recibir aportes secretos muy cuantiosos aparte de otros que recibieron por distintas vías, y en esas circunstancias se hizo imposible competir en igualdad de condiciones”, señala el ex senador, indicando de inmediato que desapareció de la campaña por no contar con medios proporcionales y apropiados.
“Y si bien continué por una razón de dignidad y responsabilidad al mismo tiempo, luego me alejé porque no estaba ni estaré nunca dispuesto a sucumbir a la tentación de beneficiarme con esa clase de aportes empresariales que hacen perder la independencia. En vista de ello, no me interesó continuar y di un paso al costado”.
¿Su retorno a la política podría definirse como un reencantamiento?
“No tanto como un reencantamiento, sino más bien estoy consciente del momento que estamos viviendo. No es posible sustraerse de la responsabilidad que tenemos todos de dignificar esta actividad y si hay una carta que creemos que puede ser eficaz en el cumplimiento de ese propósito, hay que esforzarse por apoyarlo. Y eso hoy es Guillier”.
Cuando el “avanzar sin tranzar” se deviene en invertir sin asquear
Las inversiones del partido socialista han marcado la pauta y la agenda de los últimos días. Para un político de la experiencia de Ávila, ¿qué significa ello? “La dirigencia del PS cometió el error de encargar el resguardo de los recursos a personas que ya estaban muy lejos en su compromiso ético, moral y político de lo que es la línea ideológica del Partido Socialista. En tales circunstancias, no dudaron en apostar a las mejores opciones que ofrecía el mercado, sin considerar en absoluto la connotación que podría tener alguna de estas empresas, en particular SQM”.
Con su habitual ironía, indica Ávila que “cualquier militante mínimamente consciente de su responsabilidad política, no pone fichas ahí por la connotación que SQM tiene, en especial para la izquierda chilena. Esas personas no repararon en eso, no les importó y aquí están las consecuencias”.
“A Carolina Goic creo que la hicieron dar un paso en falso”
Otro de los temas que también han dado que hablar en las últimas semanas fue la decisión de la DC de no ir a primarias, y pasar de lleno a la candidatura de Carolina Goic rumbo a La Moneda.
Enfático, Nelson Ávila señala que Carolina Goic “es una carta política prometedora, pero que la DC debió preservar para el futuro y no entregar su destino político al designio de una minoría encabezada por el clan Walker, Mariana Aylwin y Gutemberg Martínez… esa gente está más interesada en romper con la Nueva Mayoría y en especial con el Partido Comunista, que generar un clima de unidad para enfrentar los desafíos de Chile”.
Añade de inmediato que “creo que le hicieron dar un paso en falso. Pienso que sus posibilidades son mínimas, casi inexistentes. Es una lástima que vaya a quedar en una posición desmedrada desde el punto de vista de su liderazgo”.
Asimismo, agrega que “la decisión de la DC hizo un daño a la Nueva Mayoría, pues junto con el PS abortaron unas primarias que eran absolutamente indispensables de llevar a cabo. Ahora tenemos que quedarnos mirando como hacen las suyas los demás bloques, perdiendo posibilidades de posición, de debate y de llevar a cabo una campaña desplegada como corresponde”.
A lo anterior agrega que “duele que la derecha y el Frente Amplio hayan sido capaces de ponerse de acuerdo para efectuar primarias, en cambio nosotros, por las circunstancias que ya se conocen, quedamos al margen de eso, y ahora tenemos que conseguir firmas para una candidatura independiente como la de Alejandro Guillier. Es un camino forzado que vamos a tener que recorrer necesariamente”.
El tiempo de Meo ya pasó…
Con su mirada crítica y mordaz, Ávila también lanza dardos contra Marco Enríquez-Ominami. “No le veo ninguna posibilidad cierta en lo que se ha propuesto, ni antes ni ahora. Es más, su tiempo ya pasó muy prematuramente. Ahora solo le queda, con gran esfuerzo y sacrificio, llevar a cabo una campaña sin notoriedad, sin que le tomen en cuenta como una propuesta seria en cuanto a sus posibilidades, así que será un periodo de profundización del deterioro de su imagen nada más”.
“Lo peor que le puede pasar a Chile es un gobierno de Piñera”
Con la misma actitud sátira, el ex senador y hoy vocero del Partido Radical se refiere a Sebastián Piñera. “Representa al club de los millonarios en Chile, y a un sector social y económico que está absolutamente empeñado en preservar a toda costa el modelo actual. No le preocupa la distribución de la riqueza, cree en el chorreo, solo apuesta al crecimiento de la economía sin atender para nada el aspecto social. No lo le interesa una nueva constitución. En este momento lo peor que le puede pasar a Chile es un gobierno de Piñera”.
Frenar a la derecha…
Pasando de lleno a la candidatura presidencial del senador de Antofagasta, ¿lo ve como un paladín? “Creo que Guillier es una carta que puede ser eficaz en un doble propósito. Dignificar la política y devolver el prestigio de las instituciones, y al mismo tiempo, frenar a la derecha encabezada por Piñera que viene en un esfuerzo restaurador de su visión de país que sería un grave retroceso para Chile”.
“Sinceramente veo en la candidatura de Alejandro Guillier la respuesta ciudadana a un momento crítico de la democracia chilena, y por lo tanto envuelve una esperanza de muchos para reinstalar valores y principios que han sido dejados de lado lastimosamente por algunas élites”.
¿Cuál es la principal tarea que tendría Guillier de ser electo?
“Hay una serie de reformas impulsadas por el actual gobierno que están en marcha y que no se pueden ignorar. Y lo que corresponde es otorgar a Chile una nueva constitución política. Hay que dirigir los esfuerzos en esa dirección. La principal tarea que tendrá el próximo presidente es otorgar a Chile una nueva constitución”.
Hace años fue distinguido como “El Mejor político a seguir”… ¿Qué consejo daría hoy a los rostros emergentes?
“Los nuevos rostros me suscitan simpatía por los planteamientos que tienen. Creo que le hacen bien a la democracia en sí, en cuanto a que representan una visión crítica de lo que se está haciendo y contribuyen a mejorar las cosas que hay que llevar a cabo más adelante. Están pasando a ser un actor político relevante y ojalá que no se envanezcan con la notoriedad que están teniendo, y no pierdan de vista el hecho de que cualquier tipo de transformación en el Chile actual necesita de una base social amplia que ellos por si solos no la tienen”.
“¿Mi consejo?… Sin querer parecer presuntuoso, les digo que tengan especial cuidado en no sentirse los nuevos vengadores, los que están llamados por el destino a instalar a Chile en una dimensión diferente y creer que nadie más tiene esos atributos y condiciones. Esa mirada es perniciosa. Porque si les va bien, necesariamente tienen que ampliar su base social y política para poder hacer cambios que son absolutamente trascendentales para Chile, como la nueva constitución. Tenemos acerca de ese punto, una visión común, por lo que hay que tener cuidado de no herir susceptibilidades porque podemos ser aliados en su minuto, nosotros de ellos y ellos de nosotros”.