[Opinión] Desafíos en Chile: mucho más allá de lo digital

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Por: Pelayo Covarrubias. Presidente de Fundación País Digital


La pandemia nos trajo una aceleración jamás pensada en el mundo de la tecnología, que nos permitió adelantar una década el desarrollo digital. Sin embargo, producto de esta transformación, se están produciendo brechas digitales que guardan relación con variables etarias, socioeconómicas, culturales, urbano-rurales, geográficas, entre otras, dado que, mientras algunos grupos de la población han logrado subirse exitosamente al carro de la digitalización, hay otros que se están quedando atrás.

Cifras del World Economic Forum y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), nos muestran que en Chile somos líderes en conectividad digital en Latinoamérica, pero estamos en la medianía de la tabla si nos comparamos con los demás países miembros de la OECD, donde naciones como Singapur, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y Australia son ejemplos de exitosas agendas públicas en materia de digitalización.

Su camino ha estado marcado por el fomento a las capacidades de adaptación de su economía a la nueva realidad digital, por la transformación digital de la organización de las instituciones públicas del Estado, la habilitación de un entorno digital seguro para el manejo de grandes volúmenes de datos, el mejoramiento de la conectividad digital en zonas extremas y aisladas, y, uno de los aspectos más importantes de la aceleración digital, el desarrollo y perfeccionamiento de las nuevas habilidades requeridas para hacer frente a los desafíos digitales.

Según cifras de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), en Chile tenemos por sobre un 95% de conectividad móvil y las conexiones fijas por fibra óptica llegaron a un 65% de los hogares en el último año. Sin embargo, aún nos falta largo camino para avanzar en el desarrollo de competencias digitales para las nuevas economías basadas en datos.

Por eso, en la 9° versión de nuestro Summit País Digital, queremos potenciar con mucha fuerza la inversión en adopción digital y capacidades innovadoras, tanto en el ámbito productivo como en la educación, así como también empujar el desarrollo de la ciencia y la transferencia tecnológica. Es fundamental que no compitamos con la automatización, tenemos que ser capaces de ir más allá de lo que nos entrega la robotización y reimaginar las tareas que deberá cumplir el capital humano para enfrentar el mundo de una manera distinta.

Necesitamos llevar conectividad a zonas donde no la hay, pero sobre todo alfabetizar a las comunidades en el uso de las distintas herramientas que pueden facilitar su día a día. Debemos trabajar desde la primera infancia hasta las personas mayores, así como en el fomento a la adopción tecnológica y la digitalización de los procesos de empresas y pymes, donde sólo un 20% del millón de pymes que existen en Chile cuenta con sistemas de pago completamente automatizados.

La tecnología es un habilitante, no es el fin. Los desafíos están mucho más allá de lo digital, además de la pandemia hay temas medioambientales, económicos y sociales que debemos mirar a través de la tecnología con una lógica de futuro, como lo hacen hoy grandes emprendedores alrededor del mundo, como Elon Musk y Jeff Bezos, y más local, NotCo, Cornershop y Betterfly. La tecnología nos puede dar la capacidad de recuperarnos y transformarnos socialmente de una manera distinta para lograr una mejor calidad de vida para todos.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.


 

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