Por: Marco Terán. Director de Desarrollo Digital de Fundación País Digital
De acuerdo al estudio “Emprendimiento en Tiempos de Pandemia” realizado por Ipsos, Chile se ubica en el sexto lugar entre los países con mayor proporción de emprendedores en el mundo, con un 46% de los encuestados afirmando que comenzó algún negocio, equivalente a casi la mitad de los chilenos y chilenas, mientras que un 37% declaró haber considerado esa opción.
Sabemos que iniciar una empresa involucra un gran esfuerzo y es un elemento que debemos reconocer. Después de todo, el fomento del espíritu emprendedor se impulsó con la llegada de la pandemia, donde cientos de personas se vieron en la necesidad de seguir adelante, de la mano de la tecnología.
Esta alternativa guió a los líderes de negocios a adaptar sus trabajos y sus vidas a un nuevo mundo digital, pero es necesario que en este Día Mundial del Emprendimiento, se genere un compromiso de colaborar con el otro.
Un proyecto de tal envergadura necesita la cooperación de todos y todas, por lo que empoderarse con las oportunidades que nos trae Internet para mejorar la información, comunicación y la colaboración es primordial.
Pero el significado del emprendimiento no sólo debe ser tecnológico, sino que también social, sustentable y por supuesto que aplica a los negocios tradicionales. Aquí todos tenemos un rol que jugar y, ¿qué mejor si se hace en conjunto, cooperando unos con otros? Y por supuesto, la tecnología tiene que llegar como una herramienta simple que viene a ayudarnos a mejorar, porque lo digital no puede complejizar nuestra vida, sino más bien enriquecerla.
En el estudio de Ipsos se señala que un 48% de los encuestados nacionales dijo tener un espíritu emprendedor muy alto, eso nos habla de que las ganas por progresar están, la motivación y voluntad por salir adelante las tenemos. Ahora, el desafío es potenciar la colaboración, trabajar en conjunto unos con otros para que estos negocios prosperen en el tiempo y por supuesto, aprovechar todas las herramientas tecnológicas que tenemos disponibles para seguir evolucionando.
Respecto a este último punto, también tenemos que agregar los beneficios que trae la digitalización de las pymes: soluciones como la omnicanalidad, el social selling y el live shopping, nos entregan una nueva visión donde las empresas pueden acercarse aún más a sus clientes, aún con esta barrera de distancia que hay en el mundo digital.
Del mismo modo, nos permite aproximarnos a la posibilidad de internacionalización, con la facultad de llegar a cualquier parte del mundo con solo un click. En resumen, tenemos que abrazar los cambios que trae la transformación digital, apoyándonos unos con otros en este camino hacia el emprendimiento. Porque emprendedores somos todos y todas.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.