A raíz de las noticias falsas que abundan en las redes sociales y que muchas veces confunden a la ciudadanía e incluso llegan a los medios tradicionales como hechos verdaderos
Las fake news o noticias falsas han ido aumentando con el paso del tiempo y el avance de las tecnologías. Este fenómeno vivió una importante aceleración durante la pandemia y en esta guerra de la desinformación abundaron con el objetivo de asustar a las personas sobre el uso de las vacunas o fomentando tratamientos alternativos no probados para curar el covid-19.
Por ejemplo, un análisis del medio de comunicación BBC Mundo en Facebook, realizado con palabras clave relacionadas con vacunas de covid-19, encontró que el 6,5% de todas las interacciones (me gusta, comentarios, reacciones y compartidos) en posts en español correspondía a mensajes desinformativos y antivacunas. De igual forma, el 70% de los chilenos no sabe detectar o no está seguro de reconocer en Internet una noticia falsa de una verdadera y uno de cada diez desconoce por completo este término, reveló un nuevo estudio desarrollado por la multinacional de ciberseguridad Kaspersky y la consultora de estudios de mercado Corpa.
Sobre esta problemática que afecta a Chile y al mundo se refirió el senador Kenneth Pugh, quien es uno de los parlamentarios que ha tenido como bandera de lucha la seguridad informática y la protección de datos personales desde que llegó al Congreso, en una reciente entrevista en Radio Valparaíso.
“Cada persona en nuestro país es responsable de los contenidos que sube y comparte en sus diferentes redes sociales o envía por canales como Whatsapp o Telegram. Debe existir un compromiso y seriedad de todos los usuarios de estas plataformas. Es necesario siempre verificar las fuentes de la información al momento de compartir algo en las RRSS. Para evitar caer en las fakenews no hace falta una policía especializada de la información y la verdad”, expresó el legislador.
Como sugerencias el congresista hizo un llamado para que los cibernautas recurran a fuentes oficiales y hagan chequeo de la información que suben a Internet. “Lo primero es analizar si es creíble la fuente de la noticia o el hecho y luego se debe confirmar con tres contrapartes diferentes. Las personas deben evitar enviar información de dudosa procedencia que no tiene ningún asidero y que no se puede confirmar en ningún lado, y de esta forma se corta la cadena de mentiras. No hay que ser cómplice de la desinformación y si tienes dudas mejor no lo reenvíe, así no contamina las redes”, sentenció Pugh.
El representante de la región de Valparaíso planteó la idea de generar una estrategia contra la desinformación online, resaltando que “Esto tendría dos pilares: educación de las personas o ciudadanos y la generación de grupos que sean capaces de validar la información emitida “fact chekers”, que trabajen con datos reales y verídicos, y de esta forma vamos a atacar de manera conjunta este virus de la desinformación y las noticias falsas que abundan en todas partes. En esto juegan un rol, por una parte, las sociedades científicas, académicos y universidades que pueden aportar y compartir fuentes y datos confiables, mientras que, por otro lado, el periodismo serio y responsable es relevante para llegar a un público o audiencia masiva con un lenguaje claro y cercano. Y han sido justamente los periodistas los que han ido generando diferentes páginas de fact-cheking en la actualidad”,