Por: Maximiliano Andrade R. Federación de Estudiantes UOH. Vocero Confech
A 3 años del estallido Social y a casi 50 años del golpe de Estado. volvemos a ver como el Estado usa toda su fuerza para ejecutar, desaparecer, torturar y herir a sus ciudadanos. Vuelven los muertos, las heridas y el negacionismo. Hoy, más que nunca hay que recuperar la memoria, hay que tener espacios para generar encuentro, debemos tener justicia.
El Estado de Chile desde el retorno a la Democracia ha negado sistemáticamente la memoria, ha olvidado que en Chile se mató, ejecutó, torturó y desapareció a miles de chilenos y chilenas. Las políticas para que estos hechos no se repitan han fracasado, la justicia nunca llegó, y la impunidad se instaló.
Hoy en la televisión muestran a personeros de la derecha instalados sin vergüenza alguna como de expertos y panelista en cuanto matinal haya.
Figuras como Sebastián Sichel, Karla Rubilar, Camila Flores, Jaime Bellolio, que nunca generaron cambios y son grandes responsables de lo que le ha pasado a Chile en los últimos 10 años, hoy comentan realidad, sin sumir la responsabilidad política y social que ellos tienen, que la derecha tiene, que la clase política en general tiene.
Esto se evidencia aún más en el estallido Social, en donde el Estado, encabezado por Sebastián Piñera y el Gobierno de Chile Vamos, decide declararle la Guerra a Chile. Esta acción tuvo consecuencias obvias, un río de sangre en las calles, con miles de chilenos heridos, cientos ciegos y con decenas de muertos. El Estado no se hace responsable, los casos no avanzan en el poder judicial, no hay presos, no hay reparación, no hay memoria. Solo hay impunidad.
Ante esto, me pregunto. ¿Y él nunca más?, ¿dónde quedo el país democrático que me pintaron durante toda mi vida?, ¿por qué no hay justicia?, ¿por qué se repite la historia?, ¿por los protagonistas de las matanzas vienen del mismo sector que antes?, ¿qué hará el Estado?, ¿qué haremos con el negacionismo? Las respuestas no llegan, el Estado calla.
Entonces, nos queda tomar acción como individuos, como jóvenes, como estudiantes, como trabajadores, como ciudadanos que creen en la democracia. Hoy tenemos una deuda gigante con nuestro pueblo, tenemos generaciones marcadas por estos hechos, no tenemos justicia, no tenemos verdad.
El estallido social volvió a recrudecer toda la deuda que tiene el Estado con los miles de ciudadanas y ciudadanos a lo largo del país. No podemos perder la memoria de lo que pasó en el 73 y nunca olvidar a los heridos, mutilados y muertos del estallido social. Se debe tener justicia, se tiene que encontrar la verdad para poder recuperar la convivencia democrática tan dañada en nuestro país.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.