“Robot Cangrejo” para inspección de pozos en el macizo rocoso debuta en El Teniente

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Esta nueva tecnología robotizada, utilizada originalmente en la industria petrolera, permite obtener más y mejor información en zonas de difícil acceso aportando mayor seguridad a los operadores


La inspección de pozos es un proceso clave en la preparación minera, donde se introduce una cámara para conocer las condiciones del macizo rocoso e identificar, por ejemplo, en qué zonas del pozo hay daños considerables, además de entregar datos para identificar si la forma de extracción está siendo apropiada en términos de seguridad y continuidad operacional.

En estos espacios, además, se realizan fracturamientos hidráulicos, que disminuyen la sismicidad y fracturan la roca, reduciendo el gasto energético en el proceso de molienda. Cuando los pozos están en mal estado, pueden dañar estos equipos, lo que implica tareas de recuperación que conllevan riesgos.

Actualmente, se ocupa una cámara fija dentro de tubos de PVC, que son sostenidos y empujados por trabajadores hacia los pozos ubicados en el cielo de los túneles, donde alcanzan a inspeccionar hasta 50 metros. “Esto implica tener a una persona bajo el pozo, realizando un gran esfuerzo físico y expuesto a detritos (material pequeño que se suelta)”, explica Emanuel Quiroz, ingeniero de la Unidad de Instrumentación Geomecánica.

Pero hace dos meses, El Teniente prueba un “robot cangrejo” que se opera de forma remota y alcanza mayor altura, eliminando los riesgos directos para los trabajadores.

Víctor Lanas, especialista en Seguridad y Salud Ocupacional en Fracturamiento Hidráulico sostiene que “este tipo de instrumentos nos ayuda a exponer mucho menos a los trabajadores a condiciones como el trabajo en altura, que es un riesgo crítico y también al sobre esfuerzo. Además, en la parte operativa podemos revisar el pozo de una forma más exhaustiva”.

Claudio Blavi, ingeniero especialista de la Dirección de Innovación, detalla que “hicimos pruebas en Esmeralda, Teniente 7 y Andes Norte de la Nueva Cartera de Proyectos Teniente, y logramos llegar en algunas condiciones a los 160 metros, lo que nos brinda una calidad de información muy superior a lo que teníamos. Hemos sometido el dispositivo a diferentes tipos de dificultades que logramos superar y aún tenemos oportunidades de mejora”.


Más y mejor información

María Alejandra Benavides, Ingeniera de la Superintendencia de Geomecánica Operacional, probó el robot en Esmeralda: “Desde la mirada operacional, estas tecnologías nos entregan una parte de la información para nuestros análisis, contribuyendo al entendimiento de nuestro método de explotación, monitoreo de la calidad y a cómo podemos seguir avanzando”.

 

Francisco Mainou, director de Tecnología de Maigom, empresa proveedora del servicio, destacó las potencialidades de este artefacto, que originalmente se ocupa en la industria petrolera: “El robot cangrejo puede ayudar y abrir puertas a otras funcionalidades. Son todavía muchos más aspectos que este robot irá revelando y que puede entregar a la minería. Estamos contentos con esta experiencia”.


 

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