La actividad conservacionista liderada por el Laboratorio de Innovación y Sustentabilidad UÑU tuvo el propósito de reforestar el bosque nativo degradado con el fin de restaurar los ecosistemas.
Un exitoso balance de 10 mil árboles plantados y más de 300 voluntarios participantes registró la tercera edición del Festival Pala en Mano, organizado por el Laboratorio de Innovación y Sustentabilidad UÑU, en Chiloé. La iniciativa contó con el apoyo de la Municipalidad de Ancud, representantes de la academia, la industria y la sociedad civil, todos con el propósito colectivo de aportar al bosque nativo chilote.
Durante 3 jornadas entre el 6 y 8 de abril, se desarrollaron charlas educativas sobre medioambiente, se exhibieron documentales de categoría internacional y se finalizó la tarea de reforestar predios degradados, alcanzando la meta de reforestación con una combinación de especies como coihue, canelo, ulmo, notro, arrayán, luma, meli, olivillo, mañío, maqui, trevo y tiaca.
Javier García, socio fundador de UÑU, señaló: “El Festival Pala en Mano va consagrándose como una actividad de acción por el clima, acompañada de contenidos medioambientales mediante charlas y documentales. Estamos muy satisfechos con la gran convocatoria y la meta cumplida de más de 10.000 nuevos árboles nativos para Chiloé. Trabajar de manera colaborativa es el camino indicado para lograr transiciones hacia modelos más virtuosos, donde las empresas e instituciones pueden generar un aporte al medioambiente”.
En este contexto, Reinhard Fitzek, Jefe de Restauración UÑU y Magister en Ciencias Forestales, explicó que “en el último tiempo, hemos sido testigos de un lamentable fenómeno de alto impacto medioambiental, como es el movimiento de tierras que ya no se limita a la apertura de caminos públicos y privados, sino que facilita la nivelación de sitios de construcción, tanto para casas habitación como para complejos mayores de edificación. Estamos viendo cómo las formas orgánicas de los conocidos “lomajes suaves” del mundo rural chilote presentan cada vez más heridas en forma de cortes y taludes artificiales. La restauración ecológica busca reconstruir los ecosistemas lo más cercanos a los que existían en los lugares con anterioridad a la intervención humana”. En ese sentido, la académica apuesta por una colaboración con UÑU para avanzar en incorporar esta mirada en la iniciativa Pala en Mano para los próximos años.
Por su parte, la Dra. Milen Duarte Muñoz, Académica de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de las Universidad Austral de Chile y del Instituto de Ecología y Biodiversidad, señaló en su charla Co-producción de conocimiento para la restauración ecológica, la importancia de la valoración tanto del conocimiento local como ecológico para la restauración, “En materia de turberas, Chiloé ha pasado por un proceso de alteración importante, razón por la cual hoy se requiere con urgencia un proceso de planificación territorial y restauración, y en ese sentido es necesario generar espacios donde dialoguen los saberes tradicional y ancestral con el conocimiento científico para su restauración”.
Por último, Hermes Vera, propietario de las Turberas de Púlpito ubicadas en la comuna de Chonchi y miembro de la Red de Turberas de Chiloé, analizó la crisis hídrica actual y precisó que “Hoy tenemos la necesidad de trabajar en la conservación a nivel local de los ecosistemas denominados turberas o pomponales que son nuestros únicos reservorios de agua en la Patagonia, Sur de Chile (Patagonia) y en especial para la Isla de Chiloé, que carece de cordilleras, siendo este ecosistema el único reservorio de agua para sus habitantes. Actualmente, uno de los daños a estos ecosistemas es la explotación del bosque nativo, acompañado de un débil marco legislativo que no logra un adecuado cuidado de la naturaleza y protección de ecosistemas prioritarios, como lo son las turberas”.
Para la Red Turberas de Chiloé, una de las acciones relevantes para la restauración ecológica de éstas, es la reforestación con especies nativas propias de estos ecosistemas, que en principio se encontraban en la zona hoy afectada, devolviendo su capacidad de retención hídrica, aportando biodiversidad ecología, haciendo posible que tengamos flora y fauna endémica nuevamente, la que se ha visto afectada y disminuida por el avance y la migración humana hacia el interior de la isla.
El Festival Pala en Mano vuelve el próximo invierno con nuevos desafíos que apunten a restaurar el bosque nativo chilote. Por lo pronto, sus organizadores ya trabajan con algunas empresas para llevar Pala en Mano a regiones y convocar a nuevas comunidades comprometidas con el cuidado de la naturaleza.