Por: Antonia Orellana, Ministra de la Mujer y Equidad de Género, y Santiago Rojas, Director nacional de INDAP
La semana pasada tuvimos el honor de conmemorar un nuevo Día de la Mujer Rural. Esta fecha tiene como objetivo reconocer y honrar el papel fundamental que desempeñan las mujeres rurales en la agricultura, la producción de alimentos y el desarrollo sostenible en las zonas rurales de todo el mundo. Son ellas quienes desempeñan un papel crucial en la gestión de recursos naturales y la promoción del desarrollo rural.
Con esta conmemoración abordamos las inequidades, brechas y barreras aún existentes en el mundo rural, además de destacar su contribución a la soberanía para la seguridad alimentaria.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales en 2008, reconociendo la importancia de empoderar a las mujeres rurales y garantizar que tengan igualdad de oportunidades y acceso a recursos para mejorar sus vidas y sus comunidades.
La ruralidad es un espacio de encuentro y forma de vida muy relevante en el país: en ella se desarrolla el 25% de la población, de 263 comunas y más del 80% del territorio nacional.
Las mujeres son el motor de la organización campesina, sin embargo, un 77% de ellas ha señalado que su trabajo no es valorado por la sociedad.
Pese a lo anterior, un 64,1% de las mujeres señala que, en el futuro, el rol de las mujeres en la agricultura será bien valorada o mucho mejor valorada, lo que habla de optimismo frente a los cambios en el país.
Esta semana nos llenó de satisfacción y alegría el hecho de haber conmemorado este día con la Expo Patrimonio Cultural “Mujeres Rurales” en la Plaza de la Constitución, con más de 40 stands de artesanas y productoras provenientes de todo el país, especialmente de las regiones que fueron duramente golpeadas por los incendios forestales, lo que afectó a las comunidades rurales y a las mujeres que dependen de la actividad artesanal para su sustento. Esto fue posible gracias al Fondo de Transversalización de Género del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.
Sabemos que no ha sido un año fácil. Incendios e inundaciones nos están confirmando algo que ya sabíamos: el cambio climático llegó para quedarse y como INDAP y Ministerio de Agricultura estamos adaptando nuestras políticas públicas para estar cada día más preparados. Lamentablemente, el rubro más afectado por los desastres climáticos es la pequeña y la mediana agricultura, por lo que debemos prepararnos.
Desde INDAP estamos promoviendo la creación de instancias de comercialización inclusivas e innovadoras, con enfoque territorial y perspectiva de género, apoyados por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Otro aspecto fundamental de nuestra gestión como Gobierno, ha sido el enfoque participativo, por lo anterior como INDAP nos ponemos a disposición de las mujeres rurales para avanzar en la co-construcción de políticas públicas para las mujeres rurales.
Quisiéramos destacar tres avances concretos a la fecha: implementación de metas y acciones concretas orientadas a la transversalización del enfoque de género, fortalecimiento de las mesas mujer rural regionales y nacional, y fortalecimiento de capacidades en trabajo con enfoque de género tanto a nivel de funcionarios como productores y productoras.
Por último, hacer hincapié en la labor constante y determinada de las mujeres rurales con su contribución al desarrollo sostenible de nuestro país. Las lideresas campesinas apalancan recursos y financiamiento, capacitación y oportunidades y mejoras en la calidad de vida de miles de personas.
Juntas y juntos sigamos avanzando en la promoción de la equidad de género y en el fortalecimiento de las comunidades rurales en nuestro país.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.