Por: Hervis Pichardo. CTO ZeroQ
Cada 28 de enero, el mundo conmemora el Día Internacional de la Protección de Datos Personales, resaltando la urgencia de resguardar nuestra esencia digital en un paisaje en constante evolución. Según el informe de Telefónica en 2023, casi el 90% de las personas a nivel mundial considera que la violación del derecho a la privacidad de datos es uno de los mayores peligros actuales. Además, según un estudio realizado por ESET los usuarios finales están cada vez más expuestos a: ataques de phishing (39%) y Malware (27%).
Esta cifra es alarmante, pero no sorprende. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, compartimos cada vez más datos personales en línea. Desde nuestras ubicaciones y preferencias hasta nuestras conversaciones más íntimas, todo está registrado en algún rincón de la vasta red digital.
La falta de conciencia sobre la importancia de la protección de datos es uno de los principales obstáculos que enfrentamos. Muchos usuarios, seducidos por la comodidad y las experiencias personalizadas, pueden pasar por alto las implicaciones de compartir información personal sin una comprensión completa de cómo se utilizará y protegerá.
En este caso, el no compartir contraseñas, asegurar la información que se comparte y usar canales oficiales para transmitir información, son medidas que pueden ayudar a evitar estas amenazas.
Es por esto que hacemos un llamado a la acción colectiva para preservar nuestra privacidad en un mundo digital interconectado. Abordemos los desafíos actuales y futuros, trabajando juntos para construir un futuro donde la protección de datos sea una prioridad intrínseca. Proteger la esencia digital de cada individuo no solo es un deber, sino también un acto de empoderamiento en la era digital.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.