Por: Vaishali Kamat. Directora General de nuevas empresas y soluciones digitales de ultrasonidos de GE HealthCare
La mayoría de las industrias han adoptado la Inteligencia Artificial (IA) como herramienta para resolver problemas y realizar tareas simulando la inteligencia humana. Hoy, los algoritmos hacen funcionar robots que trabajan en las cadenas de montaje de fabricantes de electrónica y automóviles; mientras que los bancos utilizan la IA para predecir mejor los riesgos de las solicitudes de préstamos hipotecarios. Además, todas las aplicaciones de transporte y reparto de comida se basan en esta tecnología para optimizar la duración de los trayectos.
El sector sanitario también ha adoptado esta tecnología; en hospitales modernos se utilizan varias formas de dispositivos y soluciones mejorados con IA, demostrado que desde tareas sencillas, como generar un informe, hasta complejas planificaciones quirúrgicas, la IA contribuye a simplificar el flujo de trabajo y mejorar la eficiencia.
Por ejemplo, las ocupadas enfermeras de urgencias pueden aprovechar la tecnología de asistentes virtuales basada en la nube para aliviar su carga de trabajo administrativo y dedicar su atención a la atención de los pacientes, y los escáneres de resonancia magnética (RM) equipados con algoritmos avanzados de reconstrucción de aprendizaje profundo permiten a los radiólogos obtener imágenes nítidas con mayor rapidez.
A medida que estas soluciones basadas en IA se expanden en nuestro sector, también avanzan en algo notable: la democratización de la asistencia sanitaria. Ya sea en un centro privado de norteamérica o en una zona rural de un país en desarrollo, los algoritmos están impulsando el acceso de los pacientes a diagnósticos precisos y tratamientos sofisticados.
La capacidad de los algoritmos para generar información en tiempo real, a partir de las montañas de datos originados por los dispositivos médicos, y de aprovechar años de investigación clínica, tiene el potencial de nivelar aún más el terreno de juego, permitiendo a los pacientes acceder a tratamientos de vanguardia y a una atención más personalizada, independientemente de dónde se encuentren.
La tecnología basada en IA puede procesar grandes cantidades de datos en el lugar de atención, permitiendo a los médicos acceder a ellos con algo tan sencillo como un teléfono móvil. De este modo, los doctores pueden obtener información, recomendaciones y detección automática mientras están con el paciente.
Esto significa que cualquier clínico, sin importar en la parte del mundo en la que se encuentre, podría beneficiarse de la investigación y los conocimientos generados en distintos países, ayudándole a identificar una atención oportuna y personalizada para su paciente. Esto no sólo mejoraría la atención y la satisfacción, sino que también ayudaría a reducir los costes del tratamiento, tanto para los pacientes como para los sistemas sanitarios.
¿Pueden la IA y la nube mejorar el acceso a la atención sanitaria?
Las nuevas aplicaciones de la tecnología de IA están mejorando la capacidad y eficiencia de los médicos. Esto, combinado con la conectividad de alta velocidad en la nube, puede derribar las fronteras tradicionales de la asistencia sanitaria, empezando por las geográficas. Los avances en soluciones de telemedicina, la agregación de datos basada en la nube y los dispositivos conectados con IA ayudarán a resolver el problema mundial de los “desiertos asistenciales”.
Los pacientes podrán recibir atención médica sin tener que recorrer grandes distancias. Por ejemplo, médicos chinos expertos que trabajan fuera de los hospitales de las grandes ciudades están aprovechando la computación en nube y los electrocardiogramas (ECG) mejorados con IA que les permiten ofrecer diagnósticos rápidos y precisos de las afecciones cardiacas de pacientes frágiles en clínicas rurales. La conectividad a distancia también permitirá a los radiólogos trabajar con rapidez y colaborar con colegas del otro lado del mundo.
Rompiendo las barreras sanitarias con los ultrasonidos
En la última década, los avances en la tecnología de procesamiento de señales de ultrasonidos, que permiten empaquetar la funcionalidad básica de una máquina del tamaño de una consola en un dispositivo de ultrasonidos portátil del tamaño de un smartphone mediano, han ampliado el acceso a esta tecnología de imagen.
Los ecógrafos portátiles de bajo costo pueden mejorar el acceso a la atención sanitaria y acercarla al paciente; por ejemplo, los médicos de atención primaria pueden evaluar rápidamente a un paciente con un dispositivo compacto y ergonómico que siempre está a mano, en el bolsillo de la bata, y ofrecer un diagnóstico sin tener que enviar al paciente a un centro de diagnóstico por imagen o a un hospital.
La mejora de estos ecógrafos portátiles y de los puntos de atención con IA permiten a un mayor número de profesionales sanitarios salir de las cuatro paredes de un hospital o una clínica sin comprometer la calidad de la imagen ni la seguridad del diagnóstico. Por ejemplo, los algoritmos pueden analizar las imágenes en el punto de atención y calcular automáticamente parámetros importantes como la fracción de eyección, que es el término médico que designa la cantidad de sangre que bombea el ventrículo izquierdo del corazón.
Esta información, obtenida a través de un ecógrafo mejorado con IA, puede ayudar a un espectro más amplio de médicos a realizar un diagnóstico rápido en el punto de atención, sin necesidad de esperar a un experto.
Recientemente, la tecnología de guía de exploración de dispositivos de ultrasonidos en el punto de atención ha demostrado que puede ayudar a acelerar la democratización de la asistencia sanitaria. La ecografía es una tecnología de diagnóstico sencilla, rentable y portátil, pero requiere formación para su uso eficaz; la exploración exige destreza y práctica para garantizar la captura e interpretación correctas de la imagen.
La guía de exploración con IA puede ayudar a una amplia gama de profesionales médicos a obtener ecografías de calidad diagnóstica. En algunos casos, el sistema de ecografía también puede apoyar a interpretar las imágenes o transmitirlas al experto clínico adecuado para determinar los pasos siguientes.
El resultado neto es que los no expertos en ecografía obtienen imágenes excelentes, obtienen información clínica valiosa y pueden realizar diagnósticos seguros con mayor rapidez. Además, esta tecnología es para todo el personal de salud, ya sean comadronas que exploran a mujeres embarazadas en sus casas, médicos itinerantes que obtienen imágenes de los pulmones durante una pandemia o paramédicos que atienden presuntos infartos en zonas rurales.
Ayuda a los pacientes a acceder a una atención oportuna, más cerca de donde se encuentran. También, permitir que un mayor número de profesionales médicos realicen ecografías de calidad en el punto de atención puede contribuir a la detección precoz de enfermedades, reducir la sobrecarga de trabajo de los ecografistas y mejorar el flujo de trabajo en los servicios de urgencias y hospitales.
Estoy realmente entusiasmada con lo que estamos viendo en estos últimos años con la aparición de la IA en la atención sanitaria, porque abre las posibilidades de llevar el cuidado de la salud de calidad a más personas en todo el mundo.
Existe un enorme potencial para que este tipo de tecnología cambie la forma en que se presta la asistencia sanitaria, así como la forma en que la gente la consume. En el caso de los ultrasonidos, esta tecnología puede ayudar a poner capacidades de diagnóstico por imagen muy necesarias a disposición de todas las clínicas, ya sean instalaciones urbanas de vanguardia o centros de salud comunitarios.
Confío en que los nuevos avances en IA pronto ayudarán a una mujer del África rural a acceder a una atención sanitaria de calidad con la misma facilidad que yo lo hago, aquí mismo, en Boston, porque hoy estamos viendo la democratización en acción.
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