Durante encuentro sostenido por los líderes de los tres conglomerados políticos
Con el objetivo de aunar criterio con miras a las elecciones parlamentarias de noviembre próximo, sostuvieron una reunión la directiva nacional del Partido Progresista con sus símiles del Partido País y de los Regionalistas Verdes.
Durante el encuentro, por parte del Partido Progresista asistieron la directiva nacional encabezada por su Presidente y Secretario General, Camilo Lagos, junto con su candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami. El partido País estuvo representado por su secretario general Jonathan Díaz, el senador Alejandro Navarro y otros integrantes de su directiva. La Federación Regionalista Verde Social estuvo representada por su Presidente Jaime Mulet, Esteban Valenzuela, Patricio Segura y otros dirigentes.
Respecto a la actividad, el Presidente del Partido Progresista explicó que “fue una primera reunión para iniciar un diálogo político, de acercamiento de estas fuerzas. En la cita se estableció avanzar en el análisis de una posible estrategia parlamentaria. Con este objetivo se acordó crear una comisión de trabajo que presentará la próxima semana un dibujo electoral por distritos”, agregó Lagos.
Por su parte, Jaime Mulet señaló que “esta búsqueda de un acuerdo parlamentario es interesante porque abre una posibilidad cierta para un nuevo actor dentro del espectro político en materia parlamentaria. A mi juicio ha quedado en evidencia a raíz de lo que sucedió en las primarias de la baja participación –particularmente en la votación de la izquierda– que hay un espacio en la política que no está hoy bien representado”.
El líder de los Regionalistas agregó que “creo que las fuerzas Progresistas, Regionalistas y de País, junto a otras fuerzas que se pueden sumar, constituye una alternativa importante para millones de chilenos que hoy día no están concurriendo o no quieren participar”.
Jonathan Díaz, Secretario general de País, sostuvo que “hemos analizado con preocupación la falta de responsabilidad de los proyectos políticos de la Nueva Mayoría y del Frente Amplio. El primero resignado a la derrota, el segundo no convocante, y ambos con vocación de entregar el gobierno a Piñera. Nosotros nos reunimos con el más amplio diálogo de responsabilidad política, buscamos convocar a derrotar a la derecha y apostamos a la construcción de una fuerza política que dispute todos los espacios al poder. Hemos iniciado un diálogo fraterno con la esperanza de confluir en todo lo que nos une, respetando el legítimo derecho de cada partido para abordar la primera vuelta presidencial como una gran primaria del sector”.
Se estableció como principio básico la necesidad de que esta fuerza esté abierta a todos los diálogos políticos con otras fuerzas de centro-izquierda para avanzar en los cambios que Chile necesita.