Por: Juan José Ronsecco. Presidente de la Corporación para el Desarrollo de la región de Atacama
En un contexto marcado por crecientes desafíos ambientales y sociales, necesitamos de empresas que tomen el desafío de innovar, apostando por soluciones impensadas hace unos años y convirtiéndose en “punta de lanza” para otras inversiones.
En Atacama solemos mirar y hablar de minería porque es la principal palanca productiva de la región. Pero también tenemos una consolidada agricultura, una industria turística que está construyendo una oferta sólida y productos con sello propio, como piscos y vinos que triunfan en degustaciones alrededor del mundo.
¿Y qué pasa con nuestro mar? ¿Podemos pensar en desarrollar una industria ligada a los productos que se extraen de nuestras costas?
Hace poco conocí ACUINOR, compañía chilena, atacameña, pionera en la acuicultura del pez Dorado, especie endémica y relacionada ancestralmente con nuestras costas. Su producción se realiza en tierra, no en jaulas en el océano, libre de antibióticos, vacunas o cualquier otro tratamiento. Pero más allá de sus logros productivos, esta empresa se destaca por su enfoque integral y sustentable.
Un ejemplo de ello es la implementación de sistemas de recirculación acuícola (RAS). Esta tecnología de vanguardia permite un control preciso de los parámetros del agua, optimizando el crecimiento de los peces y reduciendo significativamente el impacto ambiental.
Como cualquier empresa en un sector tan dinámico, ACUINOR enfrenta una serie de desafíos. Entre ellos, la volatilidad de los mercados internacionales, las fluctuaciones en los precios, las barreras comerciales, la competencia internacional y las preferencias de los consumidores que pueden impactar significativamente en sus resultados financieros.
Es por eso que, para consolidar su posición y seguir creciendo, esta empresa debe continuar invirtiendo en investigación y desarrollo. Es en este punto en donde la alianza público-privada puede hacer un gran aporte, apoyando la búsqueda de recursos frescos, sociabilizando el proyecto o generando asociaciones virtuosas con otras empresas, que permitan alcanzar en el corto plazo un primer escalamiento productivo para el desarrollo de esta nueva industria regional, generando más empleo local, fomentando la innovación, la transferencia tecnológica y contribuyendo a diversificar la matriz productiva de Atacama.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo