Imperium: cuando la prevención es clave en el reclutamiento

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La empresa chilena desarrolla un innovador software para evaluar riesgos en la contratación de personal


Rodrigo González, socio fundador de Imperium, destacó que las organizaciones deben enfocarse más en las personas y no solo en los procesos, para evitar riesgos que afecten la reputación y seguridad de sus operaciones.

Las organizaciones en Chile se enfrentan a riesgos que muchas veces pasan desapercibidos al enfocarse únicamente en los procesos, sin conocer a fondo a las personas detrás de ellos. “En Chile pareciera que estamos más preocupados de los procesos que de las personas”, señaló Rodrigo González, al destacar que esta desconexión puede traer serias consecuencias para la seguridad y reputación de las empresas.

 

González explicó que, a menudo, los departamentos de recursos humanos se centran únicamente en si un candidato cumple con las competencias de un perfil establecido. Sin embargo, advirtió: “Nadie sabe si esa persona tiene algún riesgo, es propenso a transgredir norma, tiene antecedentes penales, es barrista, ha estado preso, consume droga, cuáles son sus redes familiares”.

Además, insistió en la importancia de identificar riesgos potenciales que no pueden ser detectados mediante un certificado de antecedentes. “Es un proceso con plena conciencia y consentimiento informado de la persona. Al final, se trata de identificar no solo lo que sabemos, sino también lo que no sabemos”, puntualizó.


¿Qué es Imperium?

Somos una empresa especializada en el perfilamiento de las personas para identificar niveles de riesgo a la probidad, y todo esto apoyado en un software de autoría propia, diseñado por y para nosotros con nuestro equipo de Ciber.


¿Por qué nace la idea de crear este software? 

Si tú enciendes el televisor y ves la contingencia nacional, no de ahora, sino que de hace muchos años, es un problema que analizamos en conjunto y nos dimos cuenta de que en Chile pareciera que estamos más preocupados de los procesos que de las personas.

Entonces, ahí se produce un tema que no es menor. Las empresas, para asegurarse de que estos procesos funcionen, tienen un descriptor del cargo que cuenta con un cierto perfil. Al final, estos procesos para selección de personal, reclutamiento o movilidad interna están en manos de la gente de recursos humanos, que lo que hace, lo hace muy bien, pero solo se preocupa si el candidato cumple o no con las competencias según un perfil del cargo.

Nadie sabe si esa persona tiene algún riesgo, es propensa a transgredir normas, tiene antecedentes penales, es barrista, ha estado presa, consume drogas o cuáles son sus redes familiares.

Hace una semana supimos de un caso muy bullado, donde una mujer estaba vinculada con otra persona que estaba presa, y resulta que ella generó todas las condiciones, entregó toda la información, para que se pudiera hacer el robo del siglo, que fue frustrado.

Es importante para cualquier organización identificar lo que se sabe e identificar lo que no se sabe. Creo que en Chile por fin estamos identificando lo que no sabemos, y no sabemos con quién trabajamos. No sabemos cómo es la persona realmente. Cumplió con las competencias, pero no sabemos quién es.


¿Qué cosas pueden no saberse a través de un certificado de antecedentes? 

Esto es un proceso. Es con plena conciencia y consentimiento informado de la persona, ya sea candidato para reclutamiento, contratación o movilidad interna.

Según lo que la empresa quiera, le piden una serie de antecedentes presentados por la propia persona, luego se somete a un test psicológico, una entrevista psicológica y, además, se hace una investigación de toda la información disponible en redes sociales.

Esto te da un panorama completo. Es difícil encontrar, como decimos en buen chileno, una “yayita” específica, pero sometido a todo este proceso, cuando el entrevistador se enfrenta a la persona, ya cuenta con todos los antecedentes, incluso con el perfil y test psicológico.

Nuestros entrevistadores, que son psicólogos calificados para esto y tienen una experticia distinta al psicólogo de recursos humanos, pueden, a través de la entrevista, obtener la información o sencillamente hacer que la persona admita que está mintiendo, porque no tiene cómo demostrar el patrimonio, su nivel educacional o porque falsificó documentos, entre otras cosas que no son comprobables.

Pasado por todo este proceso, nosotros clasificamos a las personas en alto, mediano o bajo riesgo. Incluso usamos en el sistema un semáforo: rojo, amarillo y verde. Y hay que poner especial atención, porque hay gente que tal vez no tiene ningún papel, nada que diga que tiene tal o cual problema, pero si el test psicológico arroja, por ejemplo, que tiene tendencia a la transgresión de normas o a la violencia, falta de empatía, entonces tal vez no lo podemos colocar en rojo, porque no hay un documento oficial, no ha sido condenado, no hay un finiquito que lo diga, pero atención, hay riesgo medio; no puede quedar en riesgo bajo y eso el reclutador o quien nos solicite el servicio tiene que tenerlo en consideración.

Nos hemos dado cuenta de que cada vez que una persona ha sido catalogada en riesgo medio, más temprano o más tarde, efectivamente se vulnera, y lo que arrojó el test psicológico después se demuestra.

¿Por qué no había sido detectado? Porque no había un papel, porque no fueron condenados. Pueden ser por dos cosas: una, o nunca los pillaron, o nunca se les presentó la oportunidad. Hay que tener especial cuidado con cargos que custodian activos, dinero, minería, explosivos, vehículos, combustible, víveres, facturas. En esos casos hay que poner especial atención.


¿Qué pasa con una persona altamente endeudada que postula a un cargo que maneja grandes cantidades de dinero? 

Es un riesgo y eso lo define el cliente, pero si tú me dices que va a trabajar en una bodega de una empresa que custodia valores, no puede estar ahí. Entonces, la empresa tiene que definir qué quiere. ¿Va a asumir ese riesgo? Porque al final, ¿quién pierde? Pierde la propia empresa, porque pierde su reputación, pierde clientes, pierde credibilidad. Son cosas que hay que tener en consideración.


¿Cómo visualizas la situación que tenemos en Chile respecto de estos riesgos? 

La situación actual del país es preocupante, y estamos viviendo en un país que o no lo queríamos ver o no nos damos cuenta a veces. Hay luces desde hace 20 años, hagamos un breve paréntesis: SQM, Penta, la misma Iglesia, policías, instituciones armadas. Hoy día, ¿quién está cuestionado? Fiscalía, el Poder Judicial, la política. Es transversal.

Aquí hay que poner especial énfasis en las personas, porque podemos decir que las instituciones son corruptas, pero volvemos al mismo punto de origen. Nos preocupamos de los procesos, pero no nos preocupamos de las personas. Este es un problema de personas, y las personas finalmente suman hacia la organización y arrastran el riesgo reputacional de la organización completa. Al final no es el Ratón Pérez el que se comió el queso, son todos los ratones que se comieron el queso.


Entrevista Completa Aquí


 

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