Madre e hija han levantado durante 40 años su restaurante, el cual ha pasado tradiciones de generación en generación, convirtiéndolo en un referente en Coronel
Este 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, el cual tiene como finalidad visibilizar el rol de las mujeres que deciden tener su propio negocio, contribuyendo al empoderamiento femenino en el mundo, y avanzar en el camino de la igualdad de género.
Es en este contexto que desde el Centro de Emprendimiento Colbún (CEC) destaca a dos mujeres -madre e hija- que por sus historias de vida, reflejan el trabajo y esfuerzo por sacar adelante sus negocios.
“Desde el Centro de Emprendimiento Colbún nos sentimos orgullosos de acompañar a Sandra y el legado de su madre, Sandra Gática, en su camino de crecimiento y contribución al desarrollo empresarial de Coronel, en su labor como dirigente de la nueva Asociación Gremial de Playa Blanca y como emprendedora, fortaleciendo la gastronomía y el turismo local”, cuenta Claudio Inzunza, Director del Centro de Emprendimiento Colbún (CEC).
Se trata de Sandra Gatica y su hija, Sandra Fernández, quienes han sacado adelante su negocio gastronómico, el restaurante Las Rocas, ubicado en Playa Blanca de Coronel.
Sandra Fernández Gática (31) es dueña del restaurante Las Rocas de Playa Blanca en Coronel, el cual cuenta con 40 años de existencia, y sostiene que todo su aprendizaje gastronómico y funcionamiento del mismo provino de su propia madre, quien fue una figura clave para emprender.
Hoy Sandra Gática Jiménez, madre de Sandra Fernández, tiene 64 años y es una destacada emprendedora en el ámbito gastronómico y turístico de la región. Su hija, Sandra Fernández, ha seguido sus pasos desde temprana edad, aprendiendo directamente de ella las habilidades y conocimientos necesarios para administrar y hacer crecer el restaurante Las Rocas, el cual hoy es un referente en Playa Blanca y un legado familiar lleno de tradición y esfuerzo.
“A lo largo del tiempo mi mamá ha representado cargos de la gastronomía y turismo de la zona, incluso fue por muchos años presidenta de la Cámara de Comercio de Coronel, por lo que ha tenido muchos cargos en la región del Biobío siempre en el rubro gastronómico y turismo”, explica Sandra Fernández.
Durante su infancia Sandra vivió las dificultades de tener una madre emprendedora y no contar con ella en momentos y fechas importantes. “Mi infancia fue bien complicada porque mi mamá era una mujer muy ocupada y trabajaba mucho. Entonces eran pocos los momentos que teníamos como para estar ambas tranquilas. Ella debía trabajar en fechas como el Día de la Madre, Día del Padre y durante las festividades, lo que limitaba aún más los momentos familiares”, añade.
Pese a todo lo anterior, para ella su madre ha sido la figura clave para entrar al mundo gastronómico. “Yo aprendí todo sobre el negocio desde muy chica ayudando a mi mamá, trabajando con ella. Así logré adquirir conocimiento necesario y en cuanto a la cocina cada vez que he podido he tomado algún curso de gastronomía y siempre estoy aprendiendo de personas del rubro”.
Y agrega que “Yo la admiro mucho, mi madre es mi mentora, mi referente ya que se las ingenia siempre para poder inventar algo nuevo y trabajando en cómo diferenciarse del resto, pero jamás la he visto queriendo opacar a alguien. Ella es una excelente líder por naturaleza”.
Entre las grandes enseñanzas que han traspasado las generaciones se encuentra la importancia de la asociatividad y el compañerismo en el ámbito empresarial, fomentando siempre la colaboración y el apoyo mutuo entre colegas y la comunidad.
Restaurante Las Rocas
El restaurante “Las Rocas” está situado en el balneario de Playa Blanca entre Coronel y Lota. Es un local con más de 40 años de historia en la zona y siempre su dueña Sandra Fernández está pensando qué hacer para mantenerse a la vanguardia e innovar.
“Las Rocas” se ha convertido en un lugar emblemático para celebraciones importantes, como matrimonios, donde es una tradición que las parejas bailen el vals en el restaurante, lo que refuerza su importancia en la cultura local. Ya son dos generaciones de clientes, quienes sienten que el lugar es como un segundo hogar y reviven momentos significativos de su vida allí.
“A pesar de las remodelaciones y cambios en la infraestructura, el negocio se enfoca en conservar su esencia original mientras trabajamos constantemente para mejorar la atención al cliente y la calidad del servicio. Somos un establecimiento que posee una rica historia y un fuerte vínculo emocional con sus visitantes, y siempre estamos buscando atraer a más personas, pero siempre manteniendo la esencia del lugar. Además, nuestra ubicación está en un lugar turístico y estratégico, como Playa Blanca, siendo siempre atractivo para turistas”, finaliza Sandra Fernández.