Chile y el escándalo sanitario del VIH

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Por: Dr. Juan Luis Castro, Diputado de la República


Durante la década de los ochenta, específicamente en 1984, como ciudadanos nos sorprendimos ante el primer caso de VIH/SIDA notificado en el país. Una enfermedad con el poder para desmantelar el sistema inmunológico de cualquier ser humano, sentenciando a muerte a cualquiera que se atravesara en su camino. Desde entonces, Chile se ganó un espacio en las emergentes estadísticas que rodeaban al virus.

Hoy, a treinta años de distancia de los primeros brotes de una enfermedad que tomó por sorpresa a la ciencia médica, hemos logrado adquirir con certeza científica información respecto de: grupos y conductas de riesgo, vías de contagio, tratamientos que transforman a una enfermedad inicialmente mortal en crónica y, por cierto, la información necesaria para implementar campañas de prevención. Todo eso existe. Pero es justamente el que se cuente con los todos los elementos necesarios para contener al VIH, y que no se logre o se haga de manera deficiente, lo que le proporciona el carácter de extrema gravedad a esta situación. Hoy el virus del VIH / SIDA circula libre, impune y descontroladamente por nuestras calles.

La somnolencia sanitaria y el silencio cómplice de las inexistentes campañas de prevención -que durante los últimos dos años han brillado por su ausencia- han facilitado el camino para que hoy día, sesenta y un mil chilenos sean víctimas del VIH, de ellos, cerca de veinte mil se mantienen ignorantes de su condición de portadores, colaborando sin saber a su propagación, con todo lo que ello significa.

Estas condiciones han permitido que Chile, en términos porcentuales, se empine en los índices de contagios en América Latina, pasando por mucho a las marcas impuestas por países como: Panamá, Honduras, Costa Rica y Nicaragua. La situación es alarmante, porque en el país hay un aumento descontrolado del 34%.

Nos encontramos frente a frente con un brote epidémico de dimensiones abismantes. Veinte personas cada día contraen el virus. Dos personas mueren cada día por causa del VIH. Si esto no es un problema, si no es un foco epidémico ¿Qué es?

Al sesgo en los sistemas de pesquisas y prevención, se suma que los tratamientos farmacológicos utilizados en el VIH están obsoletos, en desuso, incluso tóxicos, según lo denunciado por el propio presidente del Comité de Afectados VIH. Entonces, resulta preocupante, inquietante, que a un año de preparada la nueva canasta de prestaciones y terapias anti-retrovilares para el VIH, hasta el día de hoy, ni el Ministerio de Salud ni el Ministerio de Hacienda, hayan financiado la actualización de las terapias que se usan en el VIH.

Esta situación debe ser profundizada, esto no puede quedar en nada, sin que se determine siquiera las responsabilidades que puedan caber frente a este contagio sistemático que se está dando en nuestro país, pues lo real  de todo esto, es que se está jugando con la salud, con la vida de todos nosotros.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.

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