La cientista política, con especialización en gestión y emprendimiento tecnológico, asume el desafío, un cambio interno, ya que sus últimos 8 años los ha trabajado en la organización
Adriana Guerrero, es la nueva gerente general del Club de Innovación, que con 20 años en el mercado se ubica con el primer hub tecnológico de Chile y Latinoamérica.
Guerrero, que es cientista política, magister en gestión y emprendimiento tecnológico con diplomados en gestión de innovación de proyectos, entre otros, asumió este desafío a principios de 2024 y lo hace con la convicción que su carrera -que incluso la llevó a ser parte de un equipo que gestionó leche para la crisis humanitaria de Haití- es un plus para la gestión que se encomienda.
“He tenido la oportunidad de tener otros sombreros antes de estar acá en el Club de Innovación y esos sombreros, desde la ONG, desde el ámbito público, me ha ayudado también a tener interacción con diferentes actores”, comentó Guerrero.
Pero sin duda el gran fuerte de Adriana, es que conoce desde adentro el club de la Innovación, donde ha trabajado durante los últimos 8 años.
“Me ha servido para ir conociendo las diferentes actividades que hemos ejecutado a lo largo de este tiempo y también cómo se ha ido dinamizando el ecosistema de Innovación y emprendimiento a nivel país. Ese pulso, ese termómetro interno es un plus para poder seguir aportando ahora de esta de esta nueva vereda, de este nuevo rol que es el de gerente general de Club de Innovación”.
¿Qué va a mover tu gestión en este nuevo periodo como gerente de club de la innovación?
“A veces resulta complejo movilizarse desde los procesos o los inputs que tenemos, desde las asimetrías de información, las fallas de coordinación entre los diferentes actores; a veces trabajamos demasiado en silos y eso cuesta también traducirlo exactamente en hechos concretos o aplicados también a la industria o a la productividad que es mucho lo que nos mueve desde acá el Club de Innovación”.
“El objetivo es ir acoplando y dinamizando este ecosistema de Innovación y Emprendimiento aplicada a la industria con los diferentes problemas y dolores que se presentan tanto con las empresas socias y otras por fuera con las que trabajamos, activando también a los diferentes players, me refiero a las incubadoras, las aceleradoras, los hub de transferencia tecnológica”.
¿Cómo se encuentra Chile al momento de asumir este desafío?
“No olvidemos que Chile a pesar de ser una economía de ingreso medio y de haber tenido pandemia y estallido social, tiene una estructura, a diferencia de otros países de Latinoamérica, un poco más sólida respecto, a cómo apalancar y sostener ciertos procesos productivos y de innovación. Dentro del ranking de innovación, extrapolando lo que sucede en Brasil, somos el número uno en la región y Chile ya es un referente a nivel de innovación.
“Hay que sacarle un poco partido a eso y actuar no solamente en la región Metropolitana, sino que ir a revisar, qué hay fuera de Santiago, más que descentralizar es ir a apoyar a las diferentes regiones con la experiencia que hoy en día ya tiene el Club de Innovación que es uno de los primeros hub de innovación corporativa a nivel local Chile y también latinoamericanos”.
¿Qué está haciendo el Club a nivel de regiones?
“En Magallanes, en la región metropolitana y en Antofagasta estamos cerrando una fase importante de un programa formativo de hidrógeno verde formando a perfiles del ámbito público y privado porque es una industria, que ya está en Chile que hay que empezar a sensibilizar, hay que empezar a comprender los diferentes conceptos y cómo poder volcar esos conceptos en algo práctico y aplicado a la industria”.
“Cada región tiene un componente en una característica diferente. Entonces, esos procesos de formación lo hemos hecho con una bajada muy local también potenciando las industrias de esas regiones o esos ecosistemas y traduciéndolos no solamente en transferir conocimientos, sino que ese conocimiento sea aplicado a lo local”.