Experta en la asesoría a startups y emprendimientos que buscan crecer en el mercado estadounidense, entrega su perspectiva sobre las ventajas de diversificar la oferta y los principales puntos a tener en cuenta
Apasionada por temas de innovación y emprendimiento, en los últimos años la ingeniera chilena Alejandra Winter ha desarrollado una destacada trayectoria apoyando a cientos de emprendedores de Latinoamérica en su proceso de internacionalización y llegada al mercado estadounidense mediante el programa Soft Landing, programa creado en 2016 para brindar a los emprendimientos y startups una comprensión cultural y práctica de los negocios en EEUU.
La actual Directora de CIC Connect, una división de CIC (Cambridge Innovation Center) que aprovecha su red de clase mundial para conectar ecosistemas a través de programas de innovación que aceleran la transferencia de tecnología y el acceso a mercados globales, asegura que en Chile existe mucho talento emprendedor, pero es necesario reforzar la infraestructura y aunar a diferentes actores para permitir que los emprendimientos y startups puedan desarrollarse y aspirar a convertirse en empresas internacionales.
Desde Miami, ciudad donde reside, Alejandra profundiza sobre su experiencia en el mundo del emprendimiento, el trabajo que desarrolla para impulsar la innovación, los principales desafíos y oportunidades actuales.
¿Cuál es el papel de Soft Landing dentro del CIC y cómo contribuye a su misión global?
“El programa Soft Landing está diseñado para apoyar a emprendedores de empresas medianas con base tecnológica que deseen internacionalizar sus operaciones en EEUU. Desde su creación, ha asesorado a más de 250 startups provenientes de 15 países, brindándoles capacitación y acompañamiento a través de una experiencia inmersiva que les permite minimizar los riesgos de ingresar a este nuevo mercado, ahorrar tiempo y recursos y maximizar los beneficios”.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas al expandirse internacionalmente y cómo Soft Landing los aborda?
“La clave para una estrategia de internacionalización exitosa es contar con una comprensión clara de los objetivos de negocio. Otro gran desafío tiene que ver con la correcta selección del público objetivo, que esté alineado con la propuesta de valor de la startup. El financiamiento es otro factor a considerar para establecer y mantener operaciones, costear los recursos humanos requeridos, la infraestructura física y digital y la capacidad para cumplir con las regulaciones legales y fiscales del mercado objetivo. También es crucial revisar y confirmar las estrategias que tiene la empresa para su entrada en el nuevo territorio y por último, podemos mencionar la construcción de capital social”.
¿Podrías compartir algún caso de éxito o experiencia notable en la que Softlanding haya sido fundamental para el éxito de una empresa en su proceso de expansión?
“En Chile tenemos el caso de “Miss Bernie”, una startup creada por la emprendedora Bernardita Sánchez que se enfoca en mejorar la vida de los profesores a través de tres pilares fundamentales: oportunidades laborales, desarrollo profesional y herramientas de eficiencia laboral. Hoy su foco principal está en conectar profesores de la región con colegios en Estados Unidos, y de esta manera permitir que puedan vivir una experiencia internacional. Estamos muy contentos de haber tenido esta empresa dentro de nuestro programa, ayudarlos a crear contactos y ver las cosas de manera diferente. Fuimos uno de los actores que participaron en su estrategia de crecimiento y estamos muy orgullosos de eso”.
¿Cuáles son las regiones o países más populares entre las empresas que buscan expandirse, y qué factores influyen en esa elección?
“Según el Global Startup Ecosystem Report 2024”, el ranking es encabezado por Silicon Valley, Londres, Nueva York, Tel Aviv y Los Ángeles, reafirmando la posición de liderazgo que tiene Estados Unidos a la hora de atraer a emprendedores de todo el mundo gracias a su entorno robusto e híper conectado. Pero también en los últimos años han surgido nuevos actores. En Latinoamérica destacan Sao Paulo, Ciudad de México, Bogotá, Santiago y Río de Janeiro gracias a atributos como su ubicación estratégica, penetración tecnológica y diversidad; mientras que en Europa, ciudades como Zurich (Suiza) y Munich y Berlin (Alemania), Milán (Italia) Dublín (Irlanda), Madrid y Barcelona (España) también están emergiendo como alternativas cada vez más competitivas para las startups”.
En su experiencia, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen las empresas al intentar expandirse internacionalmente y cómo se pueden evitar?
“Levantar capital o hacer negocios en Chile versus Estados Unidos tiene las mismas reglas del juego, pero es como si estuvieras jugando en fútbol local o en Europa. Pero la velocidad con la que se mueve Estados Unidos es distinta. Hay muchos detalles culturales en los que se caen las startups chilenas. El primero es no saber adaptarse a la cultura local, por ejemplo, asumir que tienes una hora de reunión en vez de media hora, la forma de estructurar un e-mail, o usar WhatsApp para enviar textos gigantes”.
“En Estados Unidos se usa mucho más el mensaje de texto. Lo segundo es no adaptar el producto a las necesidades del público extranjero y lo tercero, es apuntar a un segmento muy amplio: En EE.UU., el mercado es tan grande que un producto debe ser muy específico para ser exitoso (verticalidad del producto). Un SaaS de ventas general pierde credibilidad; es mejor enfocarse en nichos, como SaaS de ventas para bancos o Saas de ventas para farmacias por nombrar algunos ejemplos”.
¿Qué consejos darías a las empresas que están considerando expandirse a nivel internacional por primera vez?
“Siempre le digo a las startups que es muy importante que se expandan junto a una comunidad. De la mano con alguien, porque hacerlo solo es muy complicado. Se puede llegar con un programa de soft landing, pero también junto con tu inversionista o aceleradora, lo fundamental es el apoyo. Tampoco hay que olvidar que internacionalizarse afecta e involucra a la familia, por lo que recomiendo tomar este tipo de decisiones de forma responsable y planificada, y tratar de incluir este ámbito dentro de los factores a tener en cuenta, y equilibrar lo más que se pueda la vida laboral con la personal”.