Anti Deontratía: El Ecocidio contra los árboles en Rancagua

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Por: Vicepresidente de la Federación Regionalista Verde Social. Dr. en Historia (Valencia), Máster en Ciencias Políticas (UC) y en Desarrollo (Wisconsin). Director del Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos de la U. Alberto Hurtado. Ex – presidente Comisión de Estado para la Descentralización (2014). Fue Alcalde y Diputado por Rancagua


Siguen llegando malas noticias de la obsesión del Municipio de Rancagua por hacer “limpieza de árboles dañados” en la ciudad… bajo 33 grados en un caso sórdido de genocico ambiental ante la pusilanimidad del Alcalde Eduardo Soto, ante las negligencias de la encargada de parques, Claudia Quintanilla, la que en un caso insólito de darwinismo arbóreo ya anunciaba hace un año que la mitad de la masa vegetal de Rancagua tenía problemas y avalando con permisos la poda y brutal de la CGE de miles de especies en la Región en zonas urbanas donde no hay riesgos de incendios en pastizales y que la Corte de Apelaciones ordenó detener tras recurso de Bosques de Cachapoal.

Una locura completa contra la vida que es imperfecta, es diversa y juguetona en su afán de crecer, lo que Aristóteles advertía hace 2500 años: “La Naturaleza nunca hace nada sin motivo”.  En todo el mundo, como la vida humana, hay árboles chuecos, con partes secas, con protuberancias, con raíces que también se pueden podar adecuadamente y mejorar zonas de jardinería.

Pienso en la historia del árbol que miraba Ana Frank en su reclusión en Amsterdam y que quisieron talar y la comunidad se opuso y apuntaló, en las miles de especies que hacen una curva para buscar el sol, en las calles de toda América que hacen una curva para salvar un mega árbol.

En Rancagua no queda nada casi en avenida San Martín, han pavimentado los canales donde están las verdaderas alamedas, ya se perdió un cuarto de la emblemática arboleda de avenida Koke, la espléndida masa verde alegre y chilensis de Bombero Villalobos fue cortada en un tercio en vez de poner especies nuevas junto a los árboles grandes que cumplan naturalmente su ciclo, el sol golpea duro en decenas de poblaciones, hay pasto uniforme y poco bosque, nada de bosque.

Nos indigna y nos movilizamos con testimonio de denuncia y plantaciones, aquellos que adoptamos la DENTROLATRÍA que es el amor a los árboles, los bosques y sus espíritus por obra del Creador). Así se queja Rubén Fonseca, el premiado escritor carioca, que en su crónica “Desventuras de un Dentrólatra”: ¿es posible que exista alguien a quien no le gusten los árboles?.

Lamentablemente muchos que piden podas porque les da sombra (si en el mundo está demostrado que disminuyen las heladas y las calores), que levantan veredas, que les tapan sus letreros de marketing banal en el neoliberalismo salvaje. Fonseca recuerda que su país debe su nombre al árbol Brasil de médula toja y los druidas europeos deben su nombre al roble escandinavo, como los mapuche al Canelo y al Pehuén, y los arrieros y huasos nuestros al amor al bosque esclerófilo que aguanta seis meses de sequedad en del milagroso vigor de boldos, peumos, quillayes, litres, maitenes….

La Municipalidad en una operación millonaria viene hace dos años talando árboles y haciendo podas brutales, sin aceptar las buenas prácticas de la zona oriente de Santiago que se caracteriza por evitar:

  1. La poda horizontal dejando los cables que rozan hojas en árboles guiados en forma de “v” (en 1993 operó convenio con Providencia para educar a los funcionarios de Aseo y Ornato y se restituyó el Vivero.
  2. Romper el mito contra los Plátanos Orientales que al igual que todas las especies generan polen quince días, pero son notables para sombrear y bajar en cinco grados la temperatura en los barrios (dicha zona tiene la mayor población de adultos mayores de Chile y tiene dichos árboles como estándar combinando con quillayes y especies nativas
  3. Ayudar a los árboles “raros” o “problemáticos” sin mocharlos y talarlos.

Siguen en lo mismo y desobedecen la orden judicial. No dejan otra opción que ir a la carga con querellas y volver a protestar para que se detengan o los detengamos.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.

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