Apagón: entre el error y el sabotaje a las energías renovables

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Por: Manuel Baquedano M. Presidente del Instituto de Ecología Política


Se sabe cuándo y dónde pasó, pero aún no se sabe el porqué. Esto dio lugar a múltiples versiones que van desde un error hasta un sabotaje a las energías renovables no convencionales.

Lo que sí queda claro es que es prácticamente impensado que una mesa que decide sobre la energía eléctrica que abastece al país tenga únicamente dos patas: la del mercado y la del Estado. Es evidente que falta considerar a la ciudadanía organizada. Si ella hubiera estado presente, la mesa eléctrica habría funcionado y el apagón del 25 de febrero de 2025 no habría sucedido.

Al tratarse de una disputa entre el mercado y el Estado, donde sólo se considera la variable dinero, el apagón podría volver a repetirse, pues las energías renovables no convencionales no fueron consideradas a pesar de que estaban listas para actuar.

Hasta el momento, la Comisión de Energía no ha sabido dar una explicación convincente sobre la causa raíz del apagón. Nadie cree que la falla se produjo porque un funcionario olvidó accionar una palanca.

El apagón ocurrió a las 15:13 horas. Lo primero que hizo el presidente del organismo que debe intervenir en estos casos, el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), fue llamar a las empresas privadas hidroeléctricas que conocía muy bien porque, anteriormente, ocupó altos cargos ejecutivos en AES Gener y Colbún.

Luego de tres intentos infructuosos por reponer la electricidad, solicitó ayuda a Argentina. Sin embargo, a pesar de que frente a estas contingencias lo esperable es que los países vecinos actúen como hermanos, Argentina no prestó ayuda por el mal estado de las relaciones diplomáticas.

En este contexto, lo que llama la atención es que el Coordinador Eléctrico Nacional nunca llamó a las energías renovables que estaban listas para intervenir.

La elite política y comercial no quiere darles prioridad a las energías renovables. Al contrario, prefieren que el país pierda el 50 por ciento de la electricidad que es producida por ellas. Al mismo tiempo, apuestan a que las futuras alzas de precios en las tarifas eléctricas sean financiadas con subsidios del Estado. Si realmente quisieran reducir la vulnerabilidad del sistema, deberían preocuparse por impulsar las energías domiciliares y darles su lugar dentro de la matriz energética nacional.

Como lo demuestran numerosas experiencias, el 95 por ciento de las necesidades de electricidad de una casa pueden cubrirse con energías renovables no convencionales si se aplican micro redes ciudadanas.

No debemos perder de vista el escenario global. Incluso Elon Musk, el gurú empresarial, vaticinó en repetidas ocasiones que podría ocurrir un apagón eléctrico mundial debido a la “sequía” eléctrica: la demanda de electricidad para que funcionen todos los equipos eléctricos del mundo es superior a la energía disponible. Chile no es ajeno a esta situación.

Tengamos en cuenta sólo un ejemplo: la demanda eléctrica de las IA se multiplica por diez cada seis meses. Cada pregunta que hacemos a la IA por WhatsApp equivale a cinco litros de agua, que son empleados para refrigerar los centros de datos.

Desde hace muchos años, en el Instituto de Ecología Política trabajamos para impulsar la energía ciudadana. Recientemente, nos integramos al Grupo de Acción por la Energía Ciudadana (GAPEC), “para poder transformar el modelo energético actual hacia un sistema descentralizado y participativo que promueva la autogeneración y permita a la ciudadanía involucrarse en sus consumos energéticos”.

Los futuros apagones sólo podrán ser evitados si se descentraliza el Sistema Eléctrico Nacional. Y si, además, se hace con un marcado carácter participativo.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor (a) y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo


 

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