Por: Paulina Núñez U. Diputada de la República por la región de Antofagasta
Ver los casos de violencia que se han presentado en las últimas semanas, no hace más que dar la razón a la propuesta del Gobierno sobre la iniciativa de “Aula Segura”.
Es impresentable como hemos visto a un delincuente disfrazado de alumno que roció con bencina a una profesora, luego el que tiró una bomba molotov a otro compañero, y ahora un grupo de estudiantes que golpearon en el sueldo a un carabinero.
Hoy por responsabilidad vandálica de unos pocos, el costo que esta pagando la comunidad estudiantil es injustificada, por lo que debemos terminar con la delincuencia dentro de los centros educativos.
El proyecto “Aula Segura”, presentado por el Presidente Sebastián Piñera, permitirá expulsar o cancelar la matrícula de alumnos que cometan hechos graves de violencia. Esto, mediante el fortalecimiento de las facultades de los directores de establecimientos públicos y particulares subvencionados, incorporando un nuevo procedimiento que permita la suspensión inmediata de aquellos alumnos que participen de hechos delictuales que afecten los derechos y la integridad de los miembros de la comunidad estudiantil.
Llegó el momento de poner orden en las salas de clases. No más violencia, terminemos con el secuestro de la educación pública.
Quiero ser clara en esto, porque algunos parlamentarios de oposición han dicho de todo con tal de entorpecer la agenda del gobierno. Según algunos este proceder sería inconstitucional por no garantizar el debido proceso, lo que es falso. Por si no se han interiorizado del proyecto, este contempla un procedimiento claro y va más allá incluyendo disposiciones para la reubicación de aquellos violentistas que sean expulsados, que no será una cosa antojadiza, sino por el bienestar de la población estudiantil.
Es poco entendible como algunos piensen que es inconstitucional expulsar a un alumno que lanza una molotov al interior de un liceo o colegio, o que rocía con bencina a un profesor. A ellos les hago un llamado, a dejar sus ideologías de lado y a que aprueben el proyecto, es una necesidad y responsabilidad para quienes serán el futuro de nuestra sociedad.
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