Por: Margarita Ducci B. Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU
Hoy el mundo empresarial está más sensibilizado en implementar los ODS en sus procesos y entiende que esta agenda común le entrega valor, al plantear un propósito de aporte a la sociedad. Las empresas han tomado conciencia que su rol es clave e indispensable y que se espera de ellas que ejerzan un liderazgo positivo para contribuir a una sociedad más justa y equilibrada.
La reciente Cumbre de los ODS de la ONU verificó cómo el ritmo de avance hacia el logro de las metas que plantea la Agenda 2030, es muy lento. Al retraso producido por la pandemia, se han sumado las distintas crisis mundiales que conocemos, las que han impedido resolver los grandes problemas sociales y también ha faltado voluntad y determinación de los países, para disminuir las emisiones a nivel global.
A mitad del plazo al 2030, se ha entrampado el camino para alcanzar los ODS. Un 85% de los indicadores están fuera de rumbo y sólo 15% de ellos están en vías de poder cumplirse. Sin embargo, de acuerdo con los estudios de Pacto Global a nivel mundial, 96% de los líderes empresariales creen que el sector privado puede jugar un rol crucial para lograr alcanzarlos.
Así, 79% de las empresas ha identificado una oportunidad en su plan de negocio para al menos, un ODS y un 78% ya ha cambiado algún producto o servicio para alinearlo con ellos. Sin embargo, 48% de los directivos cree que el sector privado aún no está haciendo lo suficiente.
En el ranking mundial de sostenibilidad, de la Universidad de Cambridge, que analiza el cumplimiento de los ODS por país, Chile está clasificado en el lugar 30, de 193 países que conforman Naciones Unidas. Sin embargo, sabemos que el escaso crecimiento económico, la baja inversión y los efectos del panorama mundial, afectan las condiciones, en el país, para la reducción de la pobreza, el mejoramiento del acceso a la salud, a una educación de calidad y en general, para lograr el bienestar de los sectores vulnerables.
El país se ha comprometido al 2030 a reducir sus emisiones de CO2 por unidad de PIB en 30% con respecto al nivel alcanzado en 2007, pero eso implica alcanzar un crecimiento económico futuro que le permita implementar las medidas adecuadas para cumplir este compromiso.
Para acelerar la marcha, Pacto Global ha definido focos en los cuales las empresas deben comprometerse para que la Agenda pueda tener un avance significativo, diseñando una nueva iniciativa: Forward Faster (avanzar más rápido), que comprende 5 áreas: género, clima, agua, finanzas sostenibles y salario justo. Para cada área plantea compromisos a adherir por parte de las empresas.
Estamos ciertos que las empresas chilenas valoran la instancia de involucrase en esta iniciativa global y tener la posibilidad de compartir estos desafíos, intercambiando experiencias con otros actores del mundo y del país, interactuando con los principales agentes de cambio, disponiendo de conocimientos, herramientas y aprendizajes, y por supuesto, como resultado, generando valor compartido para la sociedad y el negocio.
Los líderes de muchas y diversas compañías que se involucren en esta iniciativa y decidan apuntar a estos compromisos, comprobarán que pueden aportar significativamente al país y al mismo tiempo, a estos trascendentes objetivos globales.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo