CChC Calama entregó inquietante análisis del escenario de la construcción en la zona

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El bajo porcentaje de avance en el Plan de Emergencia Habitacional a nivel regional durante 2022 y el incremento de campamentos en los últimos años, entre otros aspectos, hacen que el gremio otorgue un preocupante diagnóstico


El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción sede Calama, Alfonso Sánchez calificó como inquietante la situación del rubro de la construcción en Calama y la región, luego de conocerse el análisis del Instituto de Libertad y Desarrollo. El estudio ubicó a la Región de Antofagasta con el porcentaje de avance más bajo en el plan de Emergencia Habitacional durante los meses de marzo a noviembre de 2022 y, esto se elaboró con datos proporcionados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Todo esto, cuando la mayoría de los sectores han reconocido que la meta del gobierno del Presidente Boric es altamente exigente, esto es, construir 260.000 soluciones habitacionales para el país hasta el fin del mandato, de las cuales 17.400 son para la Región de Antofagasta. De esta cantidad de unidades a edificar en la zona, este año solo fueron terminadas 491, apenas un 2,8% del total. Una cifra muy por debajo de la región con mayor progreso que es Biobío con 24,3% de las 18.896 casas que el MINVU busca implementar ahí.

Es más, el representante gremial añadió que “si a esto le suma, el aumento en un 52% en los dos últimos años de las familias que han tenido o sean visto obligadas a vivir en campamentos según el catastro 2022 – 2023 entregado por TECHO Chile, más el alto costo de los arriendos y la escasez en la oferta de viviendas lo tornan un panorama, la verdad, no muy auspicioso. Pero creemos que para salir de este escenario se debe abordar el tema de manera multisectorial para lo cual las alianzas entre privados y con el mundo público se vuelven cada vez más importantes y trascendentales”.


Empresas constructoras

Las empresas socias de la Cámara Chilena de la Construcción en nuestra sede de Calama no son constructoras, estas siempre han venido de la Región Metropolitana y a ellas debemos entusiasmarlas a que se queden en la zona, desarrollando proyectos habitacionales sociales destacó el presidente Sánchez. Es por esto, agregó que “nuestra provincia presenta condiciones que hacen que se pueda considerar zona extrema, por lo tanto, no es posible construir al mismo costo que en otras regiones, especialmente comparado con las del centro sur del país. Es por eso que sugerimos hace un par de años, la aplicación de un subsidio diferenciado para la Provincia de El Loa, como también facilitar la instalación de empresas en la zona con plantas de vivienda industrializada”.

 

Con respecto a esto último, el representante del gremio de la construcción indicó que “BBNN puede hacer comodatos por tiempos limitados para que estas empresas tengan acceso a terrenos industriales y puedan instalar sus plantas, a costo cero para lograr valores competitivos por metro cuadrado de vivienda. Por otra parte, también sería indispensable un mayor apoyo de la banca para el desarrollo de proyectos habitacionales para la zona. La banca, las constructoras y el sector público son la trilogía que forma la ecuación para la recuperación económica y hacer frente al desafío que plantea el Plan de Emergencia Habitacional.


La construcción: Termómetro de la economía

En cuanto, a los aspectos económicos desde la Cámara Chilena de la Construcción se informó que los precios de los materiales de la construcción aumentaron en cerca de 30% en el periodo de pandemia a causa de los factores que conocemos: paralización de fábricas a nivel internacional y quiebre en el stock de algunos materiales de construcción, sumado a la situación interna a raíz de la alta inflación y la logística a nivel mundial que sufrió la paralización de los distintos modos nodales, especialmente el marítimo. A pesar de que ya no tenemos pandemia, los nuevos precios y condiciones de mercado se quedaron de manera permanente, hoy es imposible pensar en reversar esos efectos. El efecto de todo esto fue la quiebra de varias empresas de importante tamaño vinculadas al rubro. Es por esto que decimos que la construcción es un termómetro de la economía y por eso es sensible a los cambios. La inflación y las restricciones al financiamiento afectaron a muchas empresas del rubro.

Sin embargo, ad-portas a finalizar el primer trimestre de este 2023 se avizoran señales que podrían indicar que la economía está despertando, puesto que las tasas de interés están bajando y el IPC de febrero, tras 27 años en alza, presentó una baja del -0,1%, lo cual significa que después de más de dos años la economía recién está dando un respiro a los bolsillos de los chilenos. Sin embargo, una golondrina no hace verano, aunque algunos sostienen que este es el inicio de una tendencia a la baja, otros señalan ser cautos, ya que en los próximos meses podría la economía seguir presentando alzas.

En cuanto a la reactivación se espera, en este 2023, vivir dos momentos: uno de estabilización y otro de reactivación. Superada la parte más dura de la recesión, debiéramos ver un paulatino proceso de mejoría de la economía, actividades industriales y el empleo. Todo esto va vinculado con los datos de disminución en las tasas de interés y la baja del IPC. Ahora, falta que la banca disminuya los requisitos para acceder a los créditos y comenzar a entregar esa inyección de recursos tan necesaria para el desarrollo sostenible de esta importante zona productiva del país. Y así, de esta manera lograr la construcción de un país sólido, robusto y el que todos y todas queremos.


 

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