Documento recaba antecedentes de 300 colaboradores de la industria que propone recomendaciones para fomentar el mercado del trabajo y abarcó talleres en las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Bio Bío, la Araucanía y Los Lagos
A ocho meses de la implementación de la Ley N°21.015 de inclusión laboral, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Mutual de Seguridad siguieron de cerca la normativa que estableció en abril del año pasado la obligatoriedad para las empresas de más de 200 colaboradores contar con una persona con discapacidad. Esto, con la intención de incorporarlos al mercado laboral.
El gremio de la construcción -precursor de una visión de sostenibilidad- hace años que viene trabajando el tema con Mutual de Seguridad, de manera de generar espacios reales de desarrollo profesional para las personas con discapacidad. Ello, en función de que estudios develan que uno de cada ocho chilenos presenta algún tipo de discapacidad. Para ello elaboró una guía que muestra los pasos a seguir de manera de propender a una inclusión efectiva.
El material, desarrollado por profesionales de Mutual, en sus 76 páginas establece un diagnóstico, implementación de medidas y propone un modelo. Paz García, subgerenta de Inclusión Laboral de la entidad, dio cuenta que se llevaron a cabo 284 cuestionarios a colaboradores de 30 empresas del sector construcción en ocho regiones del país. “Consideramos importante recopilar información veraz y pertinente para contribuir a una inclusión efectiva de las personas con discapacidad, más aún cuando el 74% de los chilenos ha tenido una experiencia laboral con alguno de ellos”, manifestó.
La visión de CChC La Serena
El estudio que permitió elaborar esta guía comprendió intervenciones en terreno y talleres en las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, Valparaíso, Bio Bío, la Araucanía y Los Lagos.
La iniciativa también identificó dos tipos de barreras con las que se encuentra las personas con discapacidad: Entorno y actitudinal. Si bien la primera puede ser la más evidente, la segunda es más compleja de cambiar y de allí la intención del gremio constructor por impulsar iniciativa que modifique las formas de relacionarse. “Partimos por proponer una cultura de inclusión, después promovimos una integración laboral para finalmente concretar nuestro anhelo de cohesión social. Las personas con discapacidad, así como el resto de quienes se involucran con nuestra industria, son fundamentales en el desarrollo de ésta, por ende, nuestra misión apunta a mejorar su calidad de vida”, explicó el presidente de CChC La Serena, Sergio Quilodrán.
Entre las recomendaciones que expone dicho material se cuenta preparar las condiciones físicas y culturales de la organización para recibir a las personas con discapacidad; fomentar la perspectiva de inclusión en personas, salud y seguridad ocupacional; fomentar la participación de personas con discapacidad en instancias de representación laboral como comités paritarios, sindicatos y otros; construir una cultura inclusiva que valore la diversidad y la heterogeneidad; y finalmente, conformar redes de apoyo que generen apoyo entre los distintos actores.