El encuentro de la Corporación de Decanos de Facultades de Ingeniería de Chile (CONDEFI), tuvo como temas centrales, la consideración del impacto de la minería en la formación del ingeniero y “¿Cómo hacer para que las carreras de ingeniería de Chile, sean reconocidas internacionalmente?”
“Esto es un encuentro de todos los decanos de ingeniería en Chile. Nos reunimos periódicamente, para ponernos de acuerdo en temas asociados a la formación de los profesionales del área. Sabemos que los criterios en nuestro país, respecto a ¿qué es un ingeniero y qué no lo es?, son un tanto diversos. Por esto los decanos nos juntamos, para conocer lo que hacen las otras universidades y generar una línea común para todos”.
Así se refirió el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, Marcos Crutchik, a un nuevo encuentro de la Corporación de Decanos de Facultades de Ingeniería de Chile (CONDEFI), él que tuvo como sede en Antofagasta.
Junto a lo anterior Crutchik, destacó que el encuentro de la CONDEFI, tuvo como temas centrales, “la consideración del impacto de la minería en la formación del ingeniero” y “¿Cómo hacer para que las carreras de ingeniería de Chile, sean reconocidas Internacionalmente?”.
Al ser consultado respecto al último punto tratado, el decano destacó que este se refiere, por ejemplo, a los cambios que hay que hacer, para que un ingeniero de la Universidad de Antofagasta sea reconocido en Europa y Estados Unidos.
“Las carreras son reconocidas de manera externa, sólo donde Chile tiene convenio, es decir Argentina y Uruguay, pero tenemos ambiciones más grandes, queremos llegar a países más desarrollados, con la posibilidad de presentar a nuestros ingenieros acreditados, con el mismo sistema de ustedes y tiene el mismo valor que los ingenieros franceses y alemanes”. enfatizó el académico.
Al finalizar Crutchik explicó que las ingeniería que se imparten en Chile tienen un nivel nada despreciables, comparado con lo que se hace en otro países, y en consecuencia se debe observar los programas nacionales en el áreas, ver cuánto se diferencian de lo que se hace en otros países y hacer los ajustes necesarios.
“Y lo que es más importante, acreditar nuestros programas en forma internacional” , resaltó.