Abanderado del pacto Apruebo Dignidad logró ser electo en una jornada electoral histórica tras obtener 4.618.129 votos, equivalentes a un 55,87% de las preferencias. La mayor votación de un presidente en la historia
Ni estrecha, ni voto a voto, resultó ser la elección del joven diputado magallánico, Gabriel Boric Font, quien se impuso en las urnas con un contundente 55,87 % de las preferencias. La respuesta de los votantes rompió con la tradición de que los candidatos con mayor preferencias en la primera vuelta (José Antonio Kast), dominan el balotaje.
Esta vez, el proyecto frenteamplista logró lo impensado, superando la frontera de participación del padrón electoral con una participación del 55, 60%. Una valla que se creía insalvable en un país con voto voluntario y una juventud apática al poder y al ejercicio electoral.
Votantes sin transporte
Transcurridas las horas, la primera amenaza a sortear fue la falta de locomoción pública en las grandes ciudades, sobre todo de los sectores populares que cerca del mediodía denunciaban la falta de transporte para ejercer su derecho cívico. Sumadas las suspicacias y las disculpas, al parecer, el chileno medio encontró un aliciente movilizador para llegar hasta las urnas a pesar de las dificultades y el sol abrasador de los valles centrales. Lo que a la sazón, inclinó la balanza hacia la candidatura del arbolito.
Participación Histórica
Durante semanas se especuló con el resultado estrecho, aunque ya habían voces, que advertían que el factor de participación sería clave. Si el contexto se repetía a lo que venían siendo las presidenciales, el blondo conservador de la opción 2 sería presidente, ya que en las segundas vueltas de la elecciones previas, tanto en el Bachelet-Mathei (41,98%), como en la última contienda Piñera-Guillier (46.72%), la participación no alcanzó a sumar 7 millones de votantes, en un padrón electoral de más de 15 millones de Chilenos.
El último llamado de la democracia, esta vez, llevó a más de 8 millones 324 mil ciudadanos, a definirse por una de las dos cartas presidenciales, lo que finalmente marcó la diferencia, debiendo tempranamente el comando de José Antonio Kast admitir la derrota con los primeros cómputos del Servel.
Y es que la proyección de votos, con tan solo el 30% de los sufragios llevó al tradicional llamado del candidato republicano, para felicitar y aceptar la derrota. Las diferencias no hicieron más que acrecentarse pasados los minutos, a favor de Gabriel Boric.
Tan elocuente en el triunfo, que ni el factor Parisi no fue relevante, por ejemplo, en Antofagasta, la comuna en disputa que se pensaba crucial para las pretensiones de Kast, que contó con el apoyo telemático explícito de Franco Parisi, no logró vencer en la segunda región al joven magallánico. El presidente electo se impuso allí con el 59,77% de las preferencias sobre el 40,23% de José Antonio Kast.