Por: Abraham Lazo. Director de Lofwork
Según el Registro de Empresas y Sociedades (RES) y el Ministerio de Economía, de 12.645 empresas constituidas en marzo, 5.758 se establecieron en la Región Metropolitana, lo que corresponde a un 45% del total. Enseguida, se ubicaron con distancia la Región de Valparaíso con 1.212 emprendimientos; y la Región del Biobío con 944.
Dichas cifras, no sólo obedecen a razones demográficas sino también a la centralización, un concepto que hemos venido escuchando durante décadas. La tendencia en la creación de empresas es la misma cada mes. Pero, no podemos quedarnos impávidos frente a esa realidad.
Es importante generar las condiciones para el desarrollo de nuevos negocios fuera del Gran Santiago y para lograrlo, las autoridades regionales tienen que jugársela.
Las tres regiones con menos empresas constituidas son, a la fecha, Aysén, Magallanes y Arica y Parinacota. ¿Existen iniciativas para apoyar la creación de empresas en estas zonas?
Hoy, los emprendedores tienen a su disposición programas como los de FOSIS, que este año retornaron con 26 mil cupos, gracias a una inversión de 25 mil millones; las convocatorias de Corfo, algunas -incluso- destinadas a regiones específicas; los fondos concursables de Sercotec.
Pero, además, en todo el país se desarrollan seminarios, charlas y talleres que buscan potenciar la innovación y la creación de nuevas empresas. Sin embargo, aunque estas iniciativas cumplen con su propósito de fomentar el emprendimiento, no podemos desconocer el estado actual de la economía.
Con una inflación del 12, 8%, en 2022, la más alta en treinta años, el camino no ha sido fácil para ningún emprendedor. Así lo hemos visto en Lofwork, al revisar los datos de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir) que revelaron que las quiebras de microempresas aumentaron más de 23 % en el último año; mientras que en el caso de las compañías medianas, la cifra superó el 8 %.
Las autoridades regionales tienen que tomar el toro por las astas y duplicar sus esfuerzos, tanto para aumentar la creación de nuevos negocios como para impulsar el fomento productivo. De esta forma, no sólo mejorarán el desarrollo económico local; también generarán más trabajo y cuando las cifras de desempleo a nivel país se mantienen en dos dígitos, sin duda, esos esfuerzos serán agradecidos no sólo en sus regiones, sino en todo el territorio.
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