Día de la Educación Rural: ¿Qué herramientas podemos brindar a los estudiantes?

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Por: Germán Sáenz. Gerente de Ciudadanía Corporativa y Asuntos Públicos de Samsung Electronics Chile


Nuestro país nos ofrece maravillosos paisajes, pero su particular geografía nos exige un gran desafío: educar en ésta, y otras materias, a los miles de escolares que viven al interior de localidades rurales con serios problemas de conectividad.

Según cifras del Ministerio de Educación, de un total de 12.000 establecimientos educacionales en Chile, el 30%  corresponden a escuelas rurales. Y si bien, en número no representan más del 7% de la matrícula total, los alumnos de estas escuelas deben sortear desafíos como, por ejemplo, contar con alumnos de distintos grados en un mismo curso y con un solo profesor a cargo (unidocente).

Por esto es importante, que dentro de este mes, además de conmemorar el Día de la Educación Rural -que se celebra cada 7 de abril-  se reflexione sobre ¿qué aporte se puede hacer desde el gobierno y desde la empresa privada a la educación en ruralidad?

Si revisamos esfuerzos anteriores, vemos que brindar una buena conexión a Internet en los lugares más apartados del país ha sido un esfuerzo constante. No obstante, la experiencia nos ha llevado a constatar que es posible ir un paso más allá e impulsar otras iniciativas con impactos significativos en el aprendizaje de los escolares, aprovechando el uso de las TIC.

Junto a la fundación Puentes Educativos concretamos una iniciativa de este tipo en la Región del Libertador General Bernardo O Higgins, específicamente, en la localidad de Chépica. Allí, estudiantes de 11 escuelas rurales trabajaron bajo la modalidad de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y crearon iniciativas sobre reciclaje, plantas medicinales, uso del carbón e historia comunal, entre otras. Todo esto, guiado por sus profesores y a partir del uso de dispositivos como tablets. En este caso, la tecnología permitió planificar contenido personalizado para la necesidad de cada niño, independiente de su edad.

De esta forma, capacitamos a profesores en el desarrollo de habilidades tecnológicas para cambiar la forma de enseñanza en las salas de clases, cambiando el método tradicional y unidireccional, en que los profesores hablan y los niños escuchan. El valor del modelo recae justamente en que los alumnos se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje. Éste es el camino para redescubrir el paradigma de aprendizaje y enseñanzas, en donde debemos brindar, con más fuerza que nunca, a nuestros jóvenes vulnerables  herramientas necesarias para desenvolverse en esta era de digitalización.

Esfuerzos como éstos  demuestran que es urgente pensar en cuál es el aporte de cada sector para disminuir las diferencias en el nivel de digitalización y cómo articular la corresponsabilidad en una materia tan importante como lo es la brecha digital, ad portas del año 2020.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.

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