Por: Richard Andrade C. Director de Poderyliderazgo.cl
Dos cifras, diversos métodos, varias entidades informando… el resultado uno solo: incertidumbre y poca transparencia en la información que entrega el Gobierno sobre el impacto real de la pandemia provocada por el coronavirus en el país.
La situación es compleja, grave e inaceptable. La Fe Pública se ha violado, la confianza en el gobierno no existe, ya no cabe duda alguna que las autoridades han ocultado y tergiversado deliberadamente información clave que pudo haber evitado oportunamente el aumento en los contagios, y lo que es peor, en el número de muertos.
Cuesta entender tanta ineficiencia de quienes están liderando esta crisis sanitaria, pues son permanentes los errores en los reportes nacionales, las cifras regionales no coinciden con los datos que emanan a diario desde la capital. Se han realizado al menos cuatro cambios metodológicos para contabilizar los casos positivos y los decesos.
Si no fuera por la información que han hecho pública los centros de estudios y medios de comunicación independientes seguiríamos engañados, continuaríamos creyendo que somos el único país del mundo capaz de contener una pandemia de esta magnitud.
De esta forma, nos enteramos que el ministro de Salud y sus subsecretarios reportan una cifra a la opinión pública nacional, mientras el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), del mismo Ministerio de Salud, entrega otra cifra a la OMS.
El lamentable hecho es reconocido por las autoridades varios días después, generando la salida del exministro Jaime Mañalich del gabinete presidencial. Torpemente el Gobierno y sus adeptos intentan alzar la figura del exsecretario de Estado a la categoría de héroe, sin importarles que tras esa intensión deliberada de ocultar cifras y errores, existen miles de familias que hoy lloran a sus muertos.
Por otra parte, se habló hasta el cansancio de la famosa “inmunidad de rebaño” como la estrategia oficial para hacer frente a la pandemia. Basta revisar la prensa y encontrar múltiples declaraciones, para luego, ante la evidencia concreta de los números, afirmar que nunca se pensó ni se aplicó dicha estrategia.
La realidad nos dice otra cosa, nos engañaron, y cuando fueron sorprendidos, el gobierno, los ministros y parlamentarios oficialistas salieron en bloque a defender lo indefendible. Chile, hoy tiene cerca de 8 mil muertos y más de 263 mil contagiados. Esa es la realidad, hasta donde sabemos al menos.
Personalmente no voté por este Gobierno, pero por el bien de Chile, por el presente y futuro de los chilenos, especialmente de los más vulnerables, quiero que le vaya bien, que encuentre las herramientas necesarias para contener esta pandemia. Que lo haga con transparencia, sin soberbia ni cálculos políticos pequeños en busca de mantener un programa de gobierno, que a estas alturas solo existe en el imaginario de algunos sectores de derecha. Es tiempo, si… aún es tiempo, de abocarse a lo realmente importante y evitar que más chilenos mueran producto de esta crisis provocada por el coronavirus.