Emprendedores en 2025: oportunidad de innovar, colaborar y crecer

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Por: María Elba Chahuán. Vicepresidenta y fundadora de Unión Emprendedora


Cerrar el año comercialmente suele enfocarse casi siempre desde el punto de vista de los números, donde se revisan las finanzas, se calculan presupuestos y se rinden cuentas. Pero en realidad, un buen balance es mucho más que eso.

Es un periodo que nos abre la puerta a planificar un crecimiento estratégico, sostenible y alineado con los objetivos que queremos conseguir a futuro. Por eso, y en especial para los emprendimientos, transformar este análisis en una herramienta útil requiere que cambiemos de perspectiva y que en vez de verlo como un fin, lo abordemos como el inicio de una nueva etapa.

¿Cómo convertir los aprendizajes de 2024 en algo positivo? ¿Cómo mejorar en los aspectos que más nos desafiaron? Creo que hay tres conceptos que son fundamentales para guiarnos hacia 2025: innovar, colaborar y crecer.

El primero, la innovación, apunta a ver los errores como objetos de estudio para inspirar nuevas ideas, productos o enfoques.

Por ejemplo, si hubo un producto que no tuvo la recepción esperada, o una decisión que tomamos resultó generando un cuello de botella que no pudimos prever, este el momento ideal para explorar herramientas tecnológicas o metodologías que simplifiquen y optimicen.

Recordemos que innovar no siempre significa crear algo desde cero; muchas veces consiste en iterar sobre lo que ya existe hasta encontrar la respuesta que buscamos.

Sobre el segundo, la colaboración, hay que tener en cuenta que ningún emprendedor crece solo. Las redes de colaboración y las alianzas son fundamentales para conocer experiencias de otros en la misma situación, intercambiar conocimiento, apoyarse mutuamente y acceder a nuevos mercado y audiencias. Colaborar no sólo nos abre el mundo, también reduce riesgos, ya que cualquier reto se enfrenta con perspectivas más diversas y esfuerzos combinados.

Por último tenemos el crecimiento, que va muy unido a la sostenibilidad y el propósito. Crecer exitosamente implica equilibrio y una base sólida que nos permite escalar gracias a una mezcla de recursos disponibles y prioridades claras.

Para entenderlo mejor, vale la pena hacerse preguntas como: ¿Qué tareas consumen tiempo sin generar valor? ¿Cómo poder delegar o automatizar procesos? ¿Cómo mi emprendimiento mejora la vida de mis clientes o contribuye al entorno? Tener claridad sobre esto es importante para que nuestra propuesta sea más robusta y con una ventaja competitiva.

El año 2025 nos trae un terreno fértil para crecer, pero también una gran demanda de adaptabilidad, creatividad y compromiso. Tampoco podemos obviar el rol de nuestros clientes y consumidores, cada vez más alineados con marcas y emprendimientos sostenibles.

Por eso, un balance integral que considere cifras y convicciones será clave para estar alertas y reaccionar a tiempo. El futuro será de aquellos que se atreven a innovar, colaboran para transformar el ecosistema y crecen con propósito. Confío en que más y más emprendedores apliquen estas reglas de oro para marcar la diferencia.


El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo


 

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