Desde Nueva York, epicentro de la discusión respecto de la escasez hídrica mundial, conversamos con María José Terré, directora ejecutiva de WATERisLIFE para conocer sobre los principales desafíos que se vienen en la materia
WATERisLIFE es una organización fundada en Estados Unidos, que ofrece programas de saneamiento y educación en higiene en torno a la problemática del agua. A través de programas de relacionamiento con distintas comunidades, esta ONG trabaja con socios del sector privado, gobiernos locales y organizaciones comunitarias.
Desde el Segundo semester del 2020, la periodista chilena María José Terré es parte de la organización que desarrolla proyectos en África y Latinoamérica sustentados en la innovación, la tecnología y con principal foco en el empoderamiento de las mujeres.
Hoy Terré relata a Poderyliderazgo.cl su experiencia de participar en la serie de reuniones impulsadas por la ONU en torno a la escacez hídrica y las principales conclusiones y propuestas para revertir esta compleja realidad que afecta a millones de personas a nivel mundial.
En el marco de las reuniones organizadas por la Naciones Unidas, donde pudiste participar activamente, ¿cuáles son las principales problemáticas, en relación al agua, que afectan a los países en vías de desarrollo?
“Como principales temas se abarcaron la escasez del agua, el acceso a agua potable y la importancia del saneamiento y sanitización, pero se le puso un gran foco a cómo el agua está pasando a ser un protagonista mucho más importante en el desarrollo urbano. Debido al cambio climático y a los diversos episodios medioambientales de los últimos años, hay que poner énfasis en cómo trabajamos en pro y con el agua más que en contra”.
“En WATERisLIFE estamos alineados y trabajamos directamente en el Objetivo de Desarrollo Sustentable nº6: Agua limpia y sanitización. Más de 733 millones de personas viven en países con niveles críticos de estrés hídrico, lo que se refiere no solamente a la sequía que nos invade como planeta, si no la falta de fuentes de agua limpia. El agua contaminada genera enfermadades graves lo que requiere un alto gasto público en salud. Además, las mujeres deben caminar largas horas para conseguir agua, lo que disminuye la productividad de los países en general y el acceso a educación de las más pequeñas. Todas las áreas de la vida se encuentran directamente relacionadas con el agua”.
Considerando que el cambio climático y la escasez hídrica van de la mano, ¿qué acciones pueden hacer las personas que sí tienen acceso a agua potable?
“Un uso responsable y preocuparse del almacenamiento de agua. En la mayoría de los lugares de nuestro planeta hay racionamiento, y es ahora cuando el mundo desarrollado está experimentando lo que los países en desarrollo han vivido durante décadas. La gente que está acostumbrada a estar sin agua está mejor preparada que los que sí contamos con ella a diario, ya que tienen mayor consciencia y un manejo más responsable. De ellos tenemos que aprender”.
“Si bien la Organización Mundial de la Salud declara que se necesitan solo 50 litros de agua al día para mantener cubiertas las necesidades básicas, el consumo per cápita es mucho mayor. En Chile en promedio usamos 170 litros al día y en Estado Unidos superan los 500. Hay infinitas formas de reducir esta estadística: desde usar lavazas para lavar los platos hasta regar las plantas con el agua que contaminamos cocinando, entre muchas otras formas que sabemos, ahora falta ponerlas en práctica”.
En cuanto a tu experiencia/ conocimiento en distintas comunidades que no tienen acceso a agua potable, ¿qué tan fundamental se vuelve el rol de los privados como motores de cambio?
“Sin los privados no hay cambio, así de simple. Quienes articulan y empujan la ayuda a estas comunidades son los privados. Los gobiernos habilitan fondos y recursos pero son los privados los que deben postular a los mismos para llevar a cabo los proyectos que generan la solución. Muchas de las empresas productoras son las responsables de gran parte de la contaminación de las aguas y a través de sus acciones pueden mitigar ese impacto”.
“Según la ONU, las industrias que usan la mayor cantidad de recursos hídricos son la agricultura, ganadería y la industria de la moda. Sin embargo, son también los que generan una mayor cantidad de ingresos que pueden destinar a solucionar problemas de la sociedad. La empresa privada puede ser tanto la responsable del daño como de la ayuda a los que más lo necesitan, depende del camino que quieran tomar”.
Recientemente, Water is Life Chile entregó “nano buckets filter” a vecinos de un campamento en la V región. ¿Tienen contempladas más intervenciones durante el año?
“Si, por supuesto. El compromiso con Viña recién comienza y existe hay una alianza formal con la municipalidad para llegar a la mayor cantidad de campamentos posibles durante este año, para lo que ya estamos trabajando para llegar a más localidades. Desde nuestras casas pensamos que todos los chilenos tienen la posibilidad de abrir la llave y usar el agua casi de manera ilimitada, pero la verdad es que el 93% de las familias que viven en campamentos carecen de una fuente de agua potable constante. Aún hay mucho trabajo por hacer”.
Para quienes quieran sumarse, ¿cómo se puede colaborar en esta iniciativa?
“Queremos que WATERisLIFE se convierta en un movimiento ciudadano donde todos puedan participar. Necesitamos manos, socios y donantes con el objetivo de llegar a más beneficiarios a lo largo de nuestro país y en más de otros 20 puntos de trabajo en el mundo, por lo tanto lo primero es seguirnos, compartir y generar conciencia. Por otro lado, para cada una de nuestras iniciativas necesitamos voluntarios que estén dispuestos a ir a terreno a poner los pies en la calle para distribuir nuestros filtros y llevar a cabo los proyectos”.
“Y, por último, pero no menos importante, si cada uno de nosotros pudiera dejar de tomarse un café o un trago al mes y destinar esa plata a WATERisLIFE, estaríamos entregando 2 años de agua potable a una persona que no la tiene. Lamentablemente, hoy en día el lugar donde naciste puede definir incluso si tienes la suerte de tener un recurso vital como el agua, o no. La buena noticia es que está en nuestras manos poder mejorar significativamente la vida de una persona con 10 mil pesos al mes”.